EDITORIAL
Cuando nos transportamos a latitudes geográficamente lejanas, tenemos en un primer momento la sensación de que son pocos los nexos culturales que podemos establecer. ¿Cuál es el sentido de indagar en músicas y culturas de países que hemos escuchado nombrar unas pocas veces en la vida? Quizás en la misma pregunta podamos hallar las múltiples respuestas que nos animan a indagar cada sábado en los diversos mundos que habitan detrás del mundo. Porque muchas veces, aquello que parece lejano y ajeno está más cerca de lo que uno cree. La historia política, social y cultural de áfrica tiene muchos puntos en común con América. La tamización de los pueblos llevada a cabo por los colonizadores, los diversos sincretismos y el vaciamiento del continente que los países imperialistas vienen llevando a cabo sistemáticamente, son entre otras cosas cuestiones que nos acercan a África.
Por otro lado, la gran cantidad de esclavos africanos que desembarcaron en tierras americanas, agrega un elemento ineludible a la hora de concebir nuestra identidad musical y cultural. ¿Por qué tener solo en cuenta el elemento europeo y la influencia hispánica y portuguesa? ¿Por qué no hablar del Congo, de Nigeria, de Angola o de Guinea? Cuyos habitantes, a diferencia de los países colonizadores, sin proponérselo han tenido que adaptarse y traer su cultura a cuestas a nuevas y desconocidas tierras.
De a poco países que nos sonaban extraños y lejanos se van acercando. A su vez, indagar en lo diferente es mucho más enriquecedor que reincidir una y otra vez en lo idéntico. La cultura que tenemos mas a mano, con la cual convivimos día a día, se va desgastando en la cotidianeidad, la vamos naturalizando y de alguna manera asimilando. Elementos foráneos, latitudes lejanas de pronto aportan nuevas claves, nuevos elementos que nos permiten enriquecer nuestra propia cultura y entender de alguna manera como fue constituyéndose aquello que hoy consideramos propio.
El sábado pasado indagamos en Guinea Conakry, ex colonia francesa. Marcamos que la palabra guinea (etimológicamente asociada al negro) se refiere a 4 países distintos, tres africanos y Papua Nueva Guinea en Oceanía. La vecina de Conakry, Guinea Bissau sufrió la impronta de la colonización Portuguesa, pero supo compartir el mismo territorio con Conakry en épocas del imperio conocido como Mali. Múltiples etnias, lenguas y costumbres conviviendo bajo un mismo nombre: Guinea. Esa tierra de negros que resuena en nuestras raíces, que reformula la presencia europea y aborigen y que enriquece la identidad cultural de nuestro propio mundo.
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