Conducción y programación general: Nicolás Falcoff ///
Co laboran y co producen: Hernán Escudero - Marcela Kurlat y Estefanía Abbamonte ///
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EDITORIAL
Hay personas que trascienden su existencia a partir de su obra ya sea esta política, social o artística. Aparecen cada tanto en la historia de los pueblos dejando marcas indelebles en la cultura. Un país tan fértil como Brasil, posee diversos ejemplares de este tipo de hombres y mujeres cuyo legado musical es invaluable y trasciende décadas.
Uno de esos artistas será el protagonista de hoy en Sonidos Clandestinos. Un gran compositor e instrumentista que logró desarrollar con su talento un cancionero popular inmenso y allanar el camino para muchisimos otros músicos e intérpretes de Choro. Pixinguinha fue un hombre y un nombre que han acompañado el desarrollo de la música popular del siglo XX en Brasil. Honrar su vida y obra es también un buen disparador para bucear una vez más en el inmenso océano sonoro de este gran pais americano. Vinicius de Moraes (otro de los genios musicales del Brasil) dijo que si no fuera Vinicius le hubiera gustado ser Pixinguinha. Un flautista carioca de origen afro, que no solamente indagó en choros y chorinhos, sino también en las raíces negras del candomblé afro Bahiano. Decimo cuarto hijo de una familia musical, Pixinguinha aprendió de su padre el arte que lo popularizó en todo Brasil. Pero no solamente su don estuvo signado por ser un gran interprete, su obra como compositor fue aún mas grande y fértil y le permitió trascender los 75 años que transcurrió en el planeta físicamente para permanecer en los oídos de su pueblo hasta el día de hoy en el que que artistas contemporáneos siguen versionando sus canciones. Muchas de ellas aún inéditas.
Pixinguinha está vivo y vigente en cada roda de choro en la que se entona el infaltable 1x0. Su flauta, su saxo y su talento siguen soplando y continúan en el aire, acompañados por cavaquinhos, guitarras, mandolinas y pandeiros.
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