Nace Barbatuques

Fernando Barboza, más conocido como Fernando Barba comenzó con un proyecto en el año 1995 que trataba de la realización de talleres en los que intentaba buscar sonidos de objetos y del cuerpo humano. Músico y pedagogo, desde niño no ha dejado de usar manos y pies para inventar los sonidos más variados. Compuesto inicialmente por los alumnos de sus clases de percusión corporal en São Paulo, el grupo fue ampliando esta técnica con elementos de improvisación vocal. La improvisación abunda en los ensayos, sin embargo no es la tónica de sus espectáculos que tampoco incluyen exactamente danza aunque sí se generan movimientos a partir de los sonidos.
Estos talleres de investigación se transformaron en espectáculos como resultado de coreografías del movimiento y usando la voz melódica y percusivamente pero nunca utilizando instrumentos pero sí la proyección de imágenes como otros de los estímulos ofrecidos al espectador.


En su primer disco Corpo do Som (el sonido del cuerpo) exploran la sonoridad del cuerpo humano a través de la percusión. Ya para su segunda obra O seguinte é esse van más allá con la exploración de diferentes sonoridades como las palmas, zapateos, percusión en la cara y se suma la fusión de elementos de música brasilera con elementos de música mediterránea, africana, cubana e incluso electrónica. Se incorpora el uso de la voz cantada y como herramienta de percusión. Inclusive, llegaron en algunos temas a incorporar la improvisación como método de composición.

El sonido del cuerpo

Las posibilidades sonoras del cuerpo no son limitadas, de hecho es éste el instrumento heterogéneo musical que caracteriza a este grupo: Barbatuques. El resultado es lo que ellos llaman una orquesta circular, en la que cada cual toca e improvisa percutiendo sobre su cuerpo.
A lo largo del día son innumerables los sonidos que nuestro cuerpo emite y casi los percibimos debido al acostumbramiento de los mismos. Diferentes ritmos marcados con los pies cuando caminamos, saltamos o corremos; palmas, golpes dados con los nudillos o roces; tripas vacías que protestan, tos, estornudos, silbidos, sorbos. Es parte de un universo infinito de sonidos de los que, a menudo, ni siquiera somos conscientes.


Barbatuques, a la hora de componer utilizan los recursos más variados: dan golpes con manos y pies, hacen crujir los dedos, se golpean las mejillas o el pecho, chasquean la lengua y también cuentan con un amplio abanico de efectos vocales como silbidos, latidos y soplidos. Con esta sorprendente gama de sonoridades, interpretan un repertorio basado tanto en obras propias como en adaptaciones de canciones populares. Cada persona tiene un timbre de voz distinto y, de la misma manera, produce con su cuerpo sonidos diferentes, únicos. La filosofía de Barbatuques proclama que todas las personas pueden hacer música con sus características físicas y personales.


Los integrantes de la compañía residen en Sao Paulo, la ciudad brasileña con el mayor índice de inmigración, por lo que el mestizaje está garantizado. Presididos por otras influencias, sobre todo de ritmos brasileños y africanos, la propuesta que aboga por no distinguir entre instrumentos tradicionales y naturales y explora la auténtica musicalidad universal, al hacer protagonista a las posibilidades del cuerpo. No sólo lo anterior estará presente en sus shows sino que también reina la interacción porque el público es invitado a formar parte del espectáculo, aunque sin desplazarse demasiado de sus asientos.








La historia



Como se presentó anteriormente, Barbatuques es una pedagogía artística que va en busca de la percusión corporal y esto comienza gracias a Fernando Barba. Desde 1988 Fernando ha estado realizando este trabajo, inicialmente sólo como diversión y luego como investigación. Fernando profundizó sus estudios sobre rítmica con su profesor de música José Eduardo Gramani.
En 1993 ambos, junto con André Hosoi y Marcos Azambuja fundaron un colegio de música. Y desde 1995 comenzó a enseñar percusión corporal. En ese mismo año, Fernando contactó a Stenio Mendes quien fuera un investigador también de la música corporal.
En 1996 se fundó el grupo Barbatuques que reunió a estudiantes que fueron desarrollando este lenguaje corporal tan particular y fueron llevando sus repertorios a varios programas de TV. Desde entonces, Barbatuques se ha dedicado a trabajos artísticos que tengan que ver con los sonidos, ritmos y ejercicios para el desenvolvimiento corporal, y juegos de improvisación y talleres que proveen la estructura a este trabajo de un modo pedagógico.


En el año 2002, el grupo lanza el CD Corpo do Som con MCD y a finales del 2005 lanzaron su segundo CD titulado O seguinte é esse editado en Argentina por el sello SURAMUSIC. En paralelo a los shows que realizaban, este grupo no ha cesado de realizar talleres con compañías, empresas, escuelas, fundaciones culturales, ONG´s, universidades, tanto en Brasil como en el extranjero. De hecho, se espera la visita a Argentina de este grupo musical para finales del año 2008.


Barbatuques cuenta con 13 músicos, percusionistas corporales que también se han dedicado a enseñar estas técnicas. Los miembros del grupo también están involucrados en todo aquello que tenga que ver con el audio, el video, la imagen, el diseño de moda, la preparación vocal y la dirección pedagógica.
Sus miembros son: André Hosoi, André Venegas, Bruno Buarque, Fernando Barba, Flávia Maia, Giba Alves, Heloiza Ribeiro, João Simão, Lu Horta, Mairah Rocha, Marcelo Pretto, Maurício Maas and Renato Epstein.







Segundo disco "O seguinte e esse" tiene edición en Argentina a través del sello SURAMUSIC.

1 comentario:

VEMILIOM dijo...

Sencillamente formidables. Abren todo un mundo en la expresión corporal y sonora. Me encanta que estén totalmente alejados de todo el excremento musical comercial que nos pretenden vender, de esa visión cosificada del mundo que nos inunda.