Flamenco

El flamenco es un género español de música y danza que se originó en Andalucía y tiene como base la música y danza andaluza y en cuya creación y desarrollo tuvieron un papel fundamental los andaluces de etnia gitana. El cante, el toque y el baile son las principales facetas del flamenco.
En la música, el cante y la guitarra ocupan el papel fundamental, aunque existen otros instrumentos (como la percusión) y acompañamientos (como las palmas). El baile es muy expresivo y cada parte del cuerpo se mueve de forma coordinada: pies, piernas, caderas, brazos, manos, dedos, hombros, cabeza, etc.
Los orígenes o influencias del flamenco datan del siglo XVIII como un arte transmitido oralmente de generación en generación.
En el Flamenco se encuentran numerosas influencias de culturas muy diversas porque por aquella tierra pasaron las más diferentes civilizaciones y culturas. Fenicios, griegos, cartaginenses, romanos, judíos, moros, godos y gitanos se han ido durante siglos asentado en esta tierra, y con seguridad estas influencias han sido absorbidas en la música y en el baile.
La colonia fundada en el territorio de Cádiz por los fenicios contaba con bailarinas, que formaban una compañía con músicos acompañantes. Esto llegó a ser muy apreciado por la aristocracia y alta burguesía romana, que las contrataban como punto álgido de sus fiestas privadas o para espectáculos públicos.
Otra influencia que se remonta a la Edad Media, en la época de la España musulmana es la música andalusí, resultante de la fusión musulmana procedente del norte de África con la cristiana y judía, ya existentes en la península.
La influencia gitana se encuentra tanto en el baile como en la música. Lo que es evidente, es que el Flamenco durante su larga historia ha sido permeable a las más variadas influencias, y que es tan puro como mestizo.

Historia del Flamenco

Es a partir de los años 1765 y 1860 cuando el baile flamenco empieza a tener un sitio entre los bailes españoles que se desarrollan en las escuelas, representándose frecuentemente en patios, ventas y salones privados cuando se celebraban fiestas.
Entre los años 1860 y 1910 se ingresa en una época más prolífica que se ha llegado a llamar La Edad de Oro del Flamenco. En esta época florecen los cafés cantantes, desarrollando el Flamenco todas sus facetas; la instrumental, la de cante y la de baile.
El baile adquiere un esplendor sin precedentes, siendo éste el mayor atractivo para el público de estos cafés cantantes. En este período se da un gran impulso a la guitarra, como complemento fundamental e indispensable para el cante y para el baile.
Entre 1910 y 1955, el cante está marcado por lo que ha llegado a llamarse la etapa de la Opera Flamenca donde mandan los cantes más ligeros como los fandangos y cantes de ida y vuelta (de influencia sudamericana, que trajeron los cantaores que habían sido emigrantes en Latinoamérica).
Este camino nuevo que había tomado el flamenco no gustaba a todo el mundo y en 1922 un grupo de intelectuales, como Falla y otros artistas de la Generación del 27 crean en Granada un concurso, con la finalidad de buscar nuevos valores que cultiven el cante jondo auténtico.
A partir de 1915, se produce un ciclo de baile teatral de excepcional calidad, llevando el baile español y flamenco por todos los escenarios del mundo.
A partir de 1955 nos encontramos con un Renacimiento del Flamenco, donde el baile en esta época, se desarrolla en los tablaos, que son los herederos de los cafés cantantes anteriores, contando con verdaderas personalidades del baile, que alternan sus actuaciones no sólo en los tablaos, sino en teatros, festivales y otros escenarios.
Los guitarristas, acompañando al cante y al baile adquieren un mayor protagonismo, alcanzando este arte su madurez. El guitarrista es actualmente no sólo acompañamiento, sino solista. Por ejemplo, Paco de Lucía marca el inicio de una nueva etapa de esplendor sin precedentes, dando a la guitarra una dimensión universal. Junto a él, se podría mencionar a otros: Manuel Cano, Víctor Monge Serranito y Manolo Sanlucar.
El Flamenco hoy
Por un lado, hay nuevas tendencias de mestizaje con otros estilos musicales de la mano de algunos artistas. Por otro lado, importantes artistas han llevado el Flamenco por los cinco continentes, llegando a una nueva era donde los medios de comunicación son testigos de su gracia y su fuerza.
Por ello no se afirma que el Flamenco es una manifestación artística exclusivamente de Andalucía, pudiendo hoy asistir en Andalucía a espectáculos del más auténtico purismo y clasicismo flamenco interpretados por una bailaora japonesa o un guitarrista italiano, ante un gran público. Al mismo tiempo los más grandes artistas andaluces llevan el flamenco a importantes escenarios en todo el mundo.
Naturalmente, sigue siendo Andalucía la capital del flamenco, donde más concentrado se encuentra y donde, con más frecuencia, se puede disfrutar este arte en su más pura manifestación. Y al ser una música íntima por antonomasia, donde mejor se sentirá será en ese círculo pequeño de amigos, donde sólo se encuentran la guitarra, la voz, y ese cuerpo bailando en una madrugada, y esto es lo que algunos llaman “una juerga flamenca”.

No hay comentarios: