Editorial clandestina

Por Nicolas Falcoff

Cinco de veinte. Un cuarto de la vida en el éter de FM LA TRIBU, es el lapso que ha pasado desde aquel primer sonido clandestino emitido a mediados del 2004. Con los quince años de esta casa con parlantes nacía este programa de músicas y culturas del mundo dedicando al archipiélago de Cabo Verde, la emisión completa que en aquel momento era solo de una hora. Y así comenzamos a viajar con los oídos atentos. A desalambrar fronteras musicales, a desmarcar los compases y dibujar una nueva cartografía sonora. De la mano de la música de los pueblos, fuimos conociendo, o mejor dicho, reconociendo geografías en nuestro contexto cotidiano. Transitamos los diversos mundos que resultaron habitar detrás de aquello que concebimos como mundo. Y así se sumó una hora más y comenzaron a visitarnos distintos músicos, artistas y artífices de ese gran tapiz complejo y fascinante que conforma nuestra cultura. El viaje también se iniciaba hacia adentro. Porque no es necesario atravesar océanos, cordilleras y continentes para encontrar diversidad. A metros de nuestra casa, a pocos kilómetros de nuestra ciudad natal, es posible descubrir aquello que muchas veces está oculto pero presente en nuestra historia no dicha, no escuchada.
Decíamos al empezar aquel primer programa que Clandestino es oculto, escondido. Una grieta, una fisura en la hegemonía. Clandestino es subvertir, es desalinear...Nuestra propuesta desde siempre fue agrandar esa grieta para dar lugar a la música sin mapa. Así fueron sumándose más y más radios amigas a la travesía musical de cada semana. Hermanas en el viaje, cada una de ellas es un puente que se tiende hacia la escucha atenta tejiendo esa red que trasciende distancias y fronteras. En este caso, la palabra “Gracias” es una reafirmación y un reconocimiento en primer lugar a LA TRIBU por permitirnos ser como queremos ser y sonar del modo que queremos sonar. Por sostener este programa durante estos años y acompañar el proceso creativo y de crecimiento que nos hemos propuesto. Gracias a todas las radios amigas a lo largo y a lo ancho del país que se suman a la propuesta y la multiplican cada semana y hacen de sonidos Clandestinos un ritual de escucha en distintas latitudes de nuestra geografía. Y gracias a todos ustedes que están cada semana dispuestos a abrir sus oídos curiosos por escuchar la fascinante e infinita música sin mapa. Las fechas son excusas y motores. Hoy, a 5 años de aquel viaje iniciático por los diversos sonidos que habitan el mundo, a 20 años del nacimiento de esta casa que nos contiene y que se llama LA TRIBU, nos ponemos en marcha una vez más, para generar una mirada introspectiva y emprender juntos la travesía hacia nuestra propia música, hacia ese país que no suena en los grandes medios, en los grandes estadios, pero que resuena dentro nuestro conformando nuestra identidad. El país que no escuchamos. En el aire.





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