Por Hernán Navarro
Los distintos climas y diferentes geografías ayudan a que la gastronomía de Argelia esté provista, como en el resto de la región del Magreb, de una notable variedad de sabores y aromas.
Una de las recetas clásicas que forma parte de la dieta de los argelinos es el Burek, una especie de empanada rellena de distintos tipos de carne, cebolla y huevos fritos revueltos.
El relleno se envuelve con una variedad de hojaldre llamada masa filo, proveniente de las influencias que esta rica gastronomía absorbe del Mediterráneo y la región árabe.
Para preparar el Burek se necesita que la carne (por lo general de cordero o pollo) esté cortada bien pequeña o molida y la cebolla picada para sofreír en una sartén con un poco de aceite de oliva.
Una vez que la preparación esté lista se agregan los huevos de a uno, revolviendo constantemente. Se debe agregar canela, sal y pimienta.
Una vez que el relleno esté listo, dejar enfriar y envolverlo con la masa filo trabajada con manteca derretida y la ayuda de la mano o un pincel.
Luego, se lleva a freír en abundante aceite y se acompaña con unas rodajas de limón, para darle un toque cítrico fundamental de la cocina regional. Servir con un té de canela y azahar.
Los distintos climas y diferentes geografías ayudan a que la gastronomía de Argelia esté provista, como en el resto de la región del Magreb, de una notable variedad de sabores y aromas.Una de las recetas clásicas que forma parte de la dieta de los argelinos es el Burek, una especie de empanada rellena de distintos tipos de carne, cebolla y huevos fritos revueltos.
El relleno se envuelve con una variedad de hojaldre llamada masa filo, proveniente de las influencias que esta rica gastronomía absorbe del Mediterráneo y la región árabe.
Para preparar el Burek se necesita que la carne (por lo general de cordero o pollo) esté cortada bien pequeña o molida y la cebolla picada para sofreír en una sartén con un poco de aceite de oliva.
Una vez que la preparación esté lista se agregan los huevos de a uno, revolviendo constantemente. Se debe agregar canela, sal y pimienta.
Una vez que el relleno esté listo, dejar enfriar y envolverlo con la masa filo trabajada con manteca derretida y la ayuda de la mano o un pincel.
Luego, se lleva a freír en abundante aceite y se acompaña con unas rodajas de limón, para darle un toque cítrico fundamental de la cocina regional. Servir con un té de canela y azahar.
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