Sabores Clandestinos (Brasil)

Por Hernán Navarro

Millones de hombres han sido explotados en estas tierras americanas. Aquellas personas que fueron trasladadas desde el África eran condenadas a trabajos forzosos e introducidas por los europeos en las plantaciones y cañaverales de esta parte del planisferio.
De esta forma, los esclavos no sólo trajeron sus hermosas danzas, músicas, dioses y costumbres, sino que también, gracias a la inagotable creatividad africana, enriquecieron la gastronomía del continente americano.
Si hablamos de la gastronomía brasileña, podemos dar con uno de los mejores ejemplos de esta influencia proveniente del África. El plato principal del Brasil es la feijoada, un guiso de carne de cerdo y porotos negros.
Si bien hay quienes creen que el origen de este plato proviene del norte de Portugal, se sabe que esta receta ha sido inventada por los trabajadores de los cañaverales brasileños, quienes recogían los recortes de carnes -que sus amos iban descartando a diario- para preparar la cena.
Con los años, la feijoada pasó a ser un plato fundamental en todos los extractos sociales de este país hermano del Brasil.
Para preparar la receta se necesitan distintos tipos de carnes: de vaca disecada, costillas, cuero, patas y rabos de cerdo, chorizo y panceta. Además, deben utilizarse cebollas, ajos, tomates, naranjas, porotos negros, aceite, pimienta y sal.
Primero se debe rehogar en una olla la cebolla y el ajo. Luego agregar los porotos -previamente remojados-, el tomate y toda la carne. Cubrir con agua o caldo de verduras y cocinar durante aproximadamente una hora y media.
Servir sobre una cama de arroz blanco desgranado y acompañar con farofa, una preparación a base de harina de mandioca frita.
Para beber, servir caipirinha, una bebida preparada a base de cachaça, lima y azúcar.

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