Ritual en Movimiento: Ossaim


Habitando mi cuerpo, mi casa, hoy me siento completa he recuperado mi alma.
            Caminando el sendero del chaman he aprendido y comulgado con el universo en un viaje de regreso a mi.
            Supe que los chamanes  ven la enfermedad como un predicamento espiritual, una perdida o robo del alma, una disminución de la energía espiritual esencial. Esta perdida del alma puede darse por algún tipo de trauma vivido o por el robo del alma de parte del espíritu de un muerto o de un espíritu maligno.
            Así es que el chaman, que significa, uno que ve en la oscuridad , através del sonido  del tambor, que representan el latido de la tierra , de los espíritus guardianes,  de los animales de poder, de plantas de poder  emprende viaje acompaña y guía a su paciente en la búsqueda y recupero de su alma.
            Así es como en el recupero del  alma el  pueblo yoruba recurre a ossaim que es el orixa, (dios),  que conoce el secreto de la cura y el misterio de la vida, es el señor de la hojas. El que conoce todos sus secretos, el que tiene todos los rezos para hacer comunión con el espíritu de cada planta, llevando medicina para todo aquel que lo necesite.
             A través de la plantas abre paso al alma para que vuelva a habitar su cuerpo, dando un nuevo sentido.
            Ossaim danza, recolectando hojas, bien entrado en la mata, las reza comulga con ellas, extrae su néctar, lo bebe, así el espíritu de cada hoja se funde con el en una danza de secretos, giros que dibujan círculos, círculos que se elevan junto con el aire para sacudir las copas de los árboles. Así  va ossaim guardando en su calabaza diferentes medicinas. Al ritmo del agere danza, recorriendo el misterio, tocando lo sagrado, cantando libre como pájaro.
De esta forma sin hoja no hay vida, sin hoja no hay orixa, sin hoja no hay ritual.
En todas las tribus, en todas las cosmovisiones se rinde culto a la hoja.
Así que es fundamental el papel del hierbero, del chaman en este proceso de ritualidad, en este recupero de alma, de memoria, de vida.
Baños de hojas, de flores, de luz,  infusiones amargas que devuelven vida y dulzura al paciente, que llenan todo de sentido, que ayudan a reincorporarse a integrarse, a ser uno junto al universo.
Así en este viaje de poder el chaman va transformando la engría, desde su totalidad, desde su comunión con el universo. Hace por la salud de su paciente, colaborando así a reconstituir su equilibrio.
Así saludo a ossaim y agradezco la presencia de los chamanes en mi vida.
Ewe o ,  ewe assa.  (oh las hojas, las hojas son la tradición)


Por Sandra Medina

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