Por Nernán Navarro
En los tiempos más remotos, las cocinas palaciegas de Fez, Marrakech y Rabat dieron origen a cientos de platos típicos de la gastronomía de Marruecos. Ésta, además, posee una influyente mezcla de las cocinas provenientes principalmente de las culturas bereber y morisca. Hoy en día, muchos platos evocan la cocina sefardí.
A su vez, la marroquí es una cocina sencilla, de fuerte arraigo popular, y una indiscutible similitud con respecto a los otros países del Magreb. A diferencia de las otras naciones de esta región, este país del norte africano carece de la influencia turca, debido a que el imperio otomano no llegó a dominar el territorio actual de Marruecos.
Se trata de una cocina llena de aromas y sabores de los más diversos. Esto se debe a los distintos productos que se utilizan como el limón, la menta y una interminable lista de especias: principalmente comino, jengibre, pimentón, canela y azafrán, entre otras, que forman parte de la elaboración de esta gastronomía esencialmente casera en la que participan -como en muchas culturas del planeta- sólo las mujeres. Las recetas tradicionales de los platos pasan de madres a hijas como un rito.
La base de los alimentos marroquíes se concentran en diferentes preparaciones: el cuscús (elaborado con sémola de trigo), la bastela (una especie de pastel dulce o salado), el mechui (asado de cordero) y el djej mcharmel preparado con carne de pollo, limones y aceitunas.
No obstante, el plato principal de la cocina de Marruecos es el Tajine, que puede ser de pollo o cordero. Para prepararlo, además de la carne, se necesitan ciruelas, almendras, cebollas y especias. Es muy importante acompañarlo con un colchón de cuscús.
Ingredientes:
* Carne de pollo o cordero troceada;
* Ciruelas;
* almendras tostadas y peladas;
* Cebollas;
* Canela;
* Miel;
* Cúrcuma;
* Aceite de oliva;
* Pimienta y sal y
* Azafrán
Receta:
* En una olla, echar el aceite y poner las cebollas cortadas en juliana;
* Dejarlas que se doren y colocar la carne;
* Añadir todas las especias;
* Tapar con agua o caldo, tapar y cocinar a fuego lento durante una hora;
* Incorporar las ciruelas y cocinar durante media hora más;
* Agregar la miel y dejar cocinar durante unos minutos sin tapar;
* Decorar con las almendras y servir en una fuente especial para tajines.
En los tiempos más remotos, las cocinas palaciegas de Fez, Marrakech y Rabat dieron origen a cientos de platos típicos de la gastronomía de Marruecos. Ésta, además, posee una influyente mezcla de las cocinas provenientes principalmente de las culturas bereber y morisca. Hoy en día, muchos platos evocan la cocina sefardí.
A su vez, la marroquí es una cocina sencilla, de fuerte arraigo popular, y una indiscutible similitud con respecto a los otros países del Magreb. A diferencia de las otras naciones de esta región, este país del norte africano carece de la influencia turca, debido a que el imperio otomano no llegó a dominar el territorio actual de Marruecos.
Se trata de una cocina llena de aromas y sabores de los más diversos. Esto se debe a los distintos productos que se utilizan como el limón, la menta y una interminable lista de especias: principalmente comino, jengibre, pimentón, canela y azafrán, entre otras, que forman parte de la elaboración de esta gastronomía esencialmente casera en la que participan -como en muchas culturas del planeta- sólo las mujeres. Las recetas tradicionales de los platos pasan de madres a hijas como un rito.
La base de los alimentos marroquíes se concentran en diferentes preparaciones: el cuscús (elaborado con sémola de trigo), la bastela (una especie de pastel dulce o salado), el mechui (asado de cordero) y el djej mcharmel preparado con carne de pollo, limones y aceitunas.
No obstante, el plato principal de la cocina de Marruecos es el Tajine, que puede ser de pollo o cordero. Para prepararlo, además de la carne, se necesitan ciruelas, almendras, cebollas y especias. Es muy importante acompañarlo con un colchón de cuscús.
Ingredientes:
* Carne de pollo o cordero troceada;
* Ciruelas;
* almendras tostadas y peladas;
* Cebollas;
* Canela;
* Miel;
* Cúrcuma;
* Aceite de oliva;
* Pimienta y sal y
* Azafrán
Receta:
* En una olla, echar el aceite y poner las cebollas cortadas en juliana;
* Dejarlas que se doren y colocar la carne;
* Añadir todas las especias;
* Tapar con agua o caldo, tapar y cocinar a fuego lento durante una hora;
* Incorporar las ciruelas y cocinar durante media hora más;
* Agregar la miel y dejar cocinar durante unos minutos sin tapar;
* Decorar con las almendras y servir en una fuente especial para tajines.
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