Casos y Letras: Jesús Lara


Por M. Emilia Sganga


El poeta que reescribe la historia, que la hace visible en la letra y que desde allí nos conecta con ese “otro” desconocido (no arbitrariamente).


Así se nos presenta Jesús Lara, como aquel poeta y novelista boliviano que convirtió su obra en una lucha política. Desde esa perspectiva que afirma que el arte y la política no van por caminos separados. 
Jesús Lara nació en el pueblo de Muela (hoy Municipio de Villa Rivero),  Departamento de Cochabamba el 1° de enero de 1898.

A sus 13 años comenzó a escribir poesías en las que sus paisajes cotidianos aparecían como protagonistas. Al poco tiempo ingresó al grupo cultural Ateneo de Estudiantes, donde fue fortaleciendo su formación literaria. A los veinte años recibió un premio municipal con su poesía titulada “Visionario”, este reconocimiento le brindó seguridad para continuar por el camino de la escritura.

Para 1921 publica su primer libro de poemas Cantigas de la Cigarra, y luego vendrá El Monte de Myrra. En 1927 realiza un viaje que marcará el resto de su obra, cuando visita las ruinas de Incallajta, comienza a enfocar todo su caudal creativo en los pueblos originarios, en los quechuas. De esta experiencia nace Viaje a Incallajta  y Katira y Ariwaki (canciones del poeta). Esto se convertirá en una constante en su obra, sus experiencias y sus luchas personales y políticas comienzan a transformarse en poemas y novelas que irá publicando.
Al poco tiempo se casó, tuvo su primera hija y partió para la guerra del Chaco, a la que se incorporó como parte del ejército. Esta experiencia se convirtió en la publicación de su diario de campaña “Repete”.
Se dedicó al periodismo durante varios años y además se desempeñó como profesor en la Universidad de San Simón.

En 1943 editó su primera novela: Surumi, se trata de una novela indigenista donde traza una relación con lo que vio y vivió en torno al conflicto chaqueño.

Dos años más tarde publicó en Buenos Aires y en México La Poesía Quechua un ensayo y antología, producto de una exhaustiva investigación en ese campo. En esta misma línea publicó también Literatura de los Quechuas (1961) y los dos tomos de La cultura de los Incas (1966).

Decide ingresar al Partido Comunista en 1952 (hasta 1969), desde donde comienza a militar de manera partidaria, realizando viajes a Cuba, la Unión Soviética y China. De este viaje surge su poemario Flor de Loto dedicado a las mujeres chinas. 

En 1971 publica el diccionario Quechua – Castellano y Castellano – Quechua. 
Escribió y publicó varias obras que fueron traducidas a diversos idiomas como alemán, ruso, checo, polaco y húngaro, de hecho fue  el escritor boliviano que más traducciones mereció.

Otra de sus obras dedicada a la cultura quechua fue Mitos, Leyendas y Cuentos de los quechuas (1973). De manera antológica recopila mitos como el de la Creación del Hombre o las cuatro edades del mundo, o la leyenda del origen de los reyes Inkas o el cuento del Cóndor raptor. 

También publicó autobiografías como Paqarin (amanecer), Sasañan (difícil camino), Wichay Uray (cuesta arriba – cuesta abajo) y Wiñaypaj (para siempre) autobiografía, que se publicó luego de su fallecimiento.
El 17 de julio de 1980 se produce el Golpe de Estado de García Meza, tras lo cual Jesús Lara pasa a la clandestinidad. Al poco tiempo fallece, en Cochabamba a sus 82 años. Repasar su obra nos permite conocer a un artista que se ha dedicado a la literatura, la poesía,  la investigación y la recopilación de diversas leyendas y mitos quechuas, como parte de su propia lucha política. 

TIEMPO FLORIDO – Jesús Lara

Tiempo florido era en verdad, tiempo florido, gozo de Pachamama
los Aukis, trayendo el día en las frentes
y las Ñust`as, con todos los imanes de la luz y de la sombra,
habian llegado a la orilla de las promesas
y era hora de que comenzara el Raymi
no estaba lejos la pampa del Raymi
y por mis ojos pasaba el camino
por donde se acercaba Pachamama
Qoya vestida de divinidad,
Qoya de manos siempre llenas de dones,
Pachamama paso.

La vi pasar, cabellera de cielo,
frente de sol, pechos de cumbre
la vi pasar ansiosa de llegar a tiempo.
La vi pasar alzando polvo de palomas.
Yo tenia los pies atados en una cadena
de cuatro siglos.
Yo tenia las manos amarradas a una servidumbre
de cuatro siglos
Me separaba de ella una muralla, haz de cruces
de cuatro siglos.


Solo la vi pasar, Qoya vestida de divinidad,
Qoya de manos siempre llenas de dones.
Tejiendo danzas de alabanzas
por sus costados ondulaba el agua.
Delante de ella y con la frente en tierra,
el viento tendia alfombras de oro y plata
detras de ella, los pájaros marchaban
tañendo los Wankares en la mañana
iba de prisa Pachamama
y estaba a punto de empezar el Raymi.


En su ansiedad se desgranaban las estrellas de su cuello.
sobre las hierbas
y enredadas quedaban en los árboles
las bandadas de mariposas de sus ojos
la vi perderse a la orilla del rio
me separaba de ella una montaña
de cuatro siglos.
Pero el viento me trajo el embrujo del Raymi
y en el llegome el fresco aliento de Pachamama.

Mi corazon se convirtió en antara
y se puso a soñar fuentes de wayñus.
Tiempo florido era en verdad
Tiempo de florecer. Tiempo de amar.
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Glosario
Jamanq'ay = Planta ornamental de flores blancas grandes y muy  fraganciosas.
Pachamama = Divinidad que en la teogonía Inkaica representaba la tierra.
Aukis = Príncipes, Infantes.
Ñust'as = Princesas, Infantas.
Raymi = Fiesta. Solemnidad, Celebración Religiosa o de otro Género.
Qöya = Reina Emperatriz.
Wankares = Tambores, Instrumentos musicales de perusión.
Antara = Zampoña, Instrumento musicale de viento.
Wayñus = Danza muy movida ejecutada colectivamente por parejas asidas por las manos.

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