El ritual del té es una de las costumbres más destacables en Mauritania. Antiguamente, el té era una bebida reservada casi exclusivamente a los nómadas del desierto, que siempre llevaban consigo una bolsa de esté preciado producto y otra de azúcar. La bebida se compartía cuando se encontraban con otro viajante. Como precisamente no les faltaba el tiempo, solían tomar tres vasos.
Actualmente, esta costumbre persiste. Los mauritanios, personas muy hospitalarias, suelen invitar a tomar esta infusión a todas las visitas y es de cortesía que el visitante acepté.
Consumen principalmente el té verde que importan de
La ceremonia consiste en servir el té espumoso, ya que de esta manera se honra al invitado. Es costumbre traspasar la bebida hirviendo de un vaso al otro para hacer subir la espuma. Y así, continúan las tres rondas rituales: el primero es “amargo como la vida”, el segundo es “dulce como el amor” y el último es “suave como la muerte”.
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