La Kora es un instrumento de 21 cuerdas, mezcla de arpa y de laúd, (instrumento de la Edad Media similar a la guitarra), muy extendido entre los pobladores de África. Este instrumento se construye a partir de una calabaza grande cortada a la mitad, cubierta de cuero de vaca para lograr la caja de resonancia. A esto se le agrega un puente con muescas como un laúd o una guitarra. Las Koras tradicionales poseen 21 cuerdas, 11 de ellas se tocan con la mano izquierda y 10 con la derecha.
El sonido de la Kora es similar al del arpa, aunque cuando se toca de forma tradicional se asemeja más al estilo de las guitarras flamencas. Al intérprete de Kora tradicional se lo llama "Jali", lo que equivale a bardo o historiador oral.
Los músicos de Kora han provenido históricamente de las tribus africanas mandinga y de familias de Griot que pasan su arte a sus descendientes. Los Griot narradores de cuentos tribales africanos. Su rol es preservar las tradiciones orales de la tribu en lugares donde el lenguaje escrito es privilegio de unos pocos.
Se puede escuchar el sonido de la Kora en países como Mali, Guinea, Senegal y Gambia.
También se pueden encontrar Koras modernas a las que se les agrega hasta cuatro cuerdas de bajo, hechas en la región de Casamance, situada en sur de Senegal.
Tradicionalmente, las cuerdas se hacían de finas tiras de cuero, por ejemplo de antílope. Pero en la actualidad, la mayoría de las koras utilizan cuerdas de arpa o tanza de pescar de nylon, las cuales a veces se trenzan para crear cuerdas más gruesas.
Entre los músicos que utilizan este instrumento pueden encontrarse: Ali Farka Touré, Ballake Sissoko, Boubacar Traoré, Foday Musa Suso, Geoffrey Oryema, Salif Keita, Seckou Keita, Sidiki Diabaté, Toumani Diabaté, entre otros.
Gambia cuenta con muchos más intérpretes del Kora que el resto de países de África. Dentro del ambiente musical gambiense se destaca la figura de Jali Nyama Suso, quien llegó a grabar el primer álbum de Kora en 1971. A partir de allí, se convirtió en el principal intérprete del Kora, llegando a realizar varias giras musicales que lo llevaron hasta Alemania, Francia, Inglaterra o Suecia poco antes de su muerte en 1991.
El Kora y su forma
El Kora tiene un cuerpo formado por una calabaza cortada por la mitad y cubierta, en parte, con una piel, normalmente de vaca. Actualmente, las 21 cuerdas están hechas con hilo de pesca, puesto que es barato y produce tonos musicales especialmente agudos.
Estas cuerdas están sujetadas mediante otras 21 cuerdas fijas que las conectan a un anillo de hierro. Dicho anillo está perforado y así conectado a la base del brazo de madera de la Kora y sirve para la afinación del instrumento. El mecanismo consiste en producir sonidos a través del movimiento del anillo al generar la tensión adecuada en cada cuerda.
Los tonos musicales que se obtienen son bastante parecidos a la escala musical característica del arpa. Pero, al mismo tiempo, también el instrumento puede asemejarse, por su complejo sistema para tocarlo, a la guitarra española o incluso al laúd.
Estas cuerdas están sujetadas mediante otras 21 cuerdas fijas que las conectan a un anillo de hierro. Dicho anillo está perforado y así conectado a la base del brazo de madera de la Kora y sirve para la afinación del instrumento. El mecanismo consiste en producir sonidos a través del movimiento del anillo al generar la tensión adecuada en cada cuerda.
Los tonos musicales que se obtienen son bastante parecidos a la escala musical característica del arpa. Pero, al mismo tiempo, también el instrumento puede asemejarse, por su complejo sistema para tocarlo, a la guitarra española o incluso al laúd.
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