Casos y Cosas.... (Argentina)

El Gauchito Gil

No se sabe hoy en día si Antonio Gil, mejor conocido como el Gauchito Gil ,constituye un mito, una Leyenda o es un Santo. Sí se afirma que forma parte del "SANTORAL PROFANO" o sea es un santo no reconocido por alguna iglesia. Pero sí es reconocido como tal por una buena parte de la población.

No existe una versión única de cómo vivió, lo cierto es que en los años 1830 a 1870 aproximadamente era de la zona de Mercedes, Provincia de Corrientes. Su historia se conoce por transmisión oral.

Su época se caracterizó en la Provincia por los enfrentamientos armados entre dos facciones políticas los celestes y los colorados, se asegura que el "GAUCHITO",era de esta ultima facción.

La historia relata que siendo él "Colorado", en un territorio gobernado por los Celestes, se ocultó con un grupo de bandoleros, a quienes comandaba en los montes de las inmediaciones de Mercedes, y desde ahí vivía del cuatrerismo y del robo en general. Como su corazón era bondadoso compartía el producto de sus andanzas con los pobres del pueblo, por lo que estos lo protegían.
Finalmente Antonio Gil fue detenido. Se cree que el 8 de febrero, posiblemente del año 1868, antes de llegar a GOYA donde iba a ser juzgado, Antonio Gil fue colgado de los pies a un árbol y fue degollado.
Antes de su muerte, Antonio Gil suplicó que no lo mataran ya que la orden de su perdón estaba en camino. El sargento encargado se burló, pero Antonio Gil le respondió que junto con la orden de su perdón le iban a informar que su hijo se estaba muriendo de una mala enfermedad, y como iba a derramar sangre inocente, le dijo que lo invoque para que interceda ante Dios por la vida de su hijo.
El SARGENTO no creyó y Antonio Gil fue degollado, pero al regresar a Mercedes se recibió la confirmación de todo lo dicho, el sargento en su desesperación invocó al muerto y al día siguiente su hijo estaba fuera de peligro.
El sargento arrepentido construyó una cruz de Ñandubay (planta autóctona en la provincia de Coriientes), y la llevó al hombro, a pie, desde el pueblo hasta el lugar donde se derramó la sangre.

Los testimonios son innumerables, en el lugar de culto se suman día a día placas de bronce en agradecimiento a su intervención, en los periódicos locales agradecimientos por los favores recibidos, personas cultas o no respetan la veneración al "GAUCHITO", en definitiva solo es cuestión de FE.

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