El cajón peruano y su origen

El cajón peruano es un instrumento musical de origen afroperuano o peruano, que se ha popularizado en todo el mundo gracias al jazz moderno, el nuevo flamenco y la música afro latina caribeña. Es un instrumento donde el artista se sienta sobre él y éste transmite el ritmo al cuerpo del cajonero.
Cuando se dice que el origen del instrumento es afroperuano, significa que fue creado por los negros esclavos en el Perú, durante la colonización española, debido a la prohibición que pesaba sobre ellos para ejecutar sus tambores. La etnia afroperuana, surge de la unión de etnias africanas (bene, yoruba, bantu, congo, etc.), que llegaron a América como esclavos, arrancados de su natal tierra.
El uso de los tambores fue prohibido por la Iglesia Católica por considerarlos paganos y también vedado por un edicto del virreinato del Perú con el fin de evitar la comunicación a distancia entre negros y evitar que tocasen el panalivio, un tipo de canción negra que mostraba en lamentos sus condiciones de esclavo. De hecho, todo tambor hallado, fue quemado. Hacia 1813 desaparece toda referencia del tambor en documentos virreinales y aparecen hacia 1850 las primeras referencias al cajón como instrumento musical.
Siendo la percusión el factor principal y divino de toda música africana, los negros esclavos se vieron obligados a buscar instrumentos con los que pudieran expresarse. Por ello vieron en los cajones de madera que eran usados para transportar mercadería, un gran instrumento de percusión, empleándolos así en sus ritos sagrados y en sus diferentes manifestaciones artísticas.
Considerando la prohibición emitida en el s. XVII de usar el tambor, utilizaron cualquier elemento para producir sonido como las cucharas de madera, las sillas, las mesas, las cajitas de limosnas o el checo (una calabaza hueca de unos 60 centímetros de diámetro, con un orificio en la parte posterior).

El cajón en las danzas peruanas

En su origen, el cajón se utilizaba en danzas costeñas como la zamacueca y el tondero que son bailes originarios de la costa centro y norte del Perú. El uso de este instrumento fue popularizado con estos bailes, tiempos después de la fiesta limeña de la época del virreinato, denominada “Fiesta de Amancaes”. Esta fiesta se caracterizaba por reunir a todos los hacendados criadores de caballos, artesanos típicos de todas las regiones del Perú y por supuesto, músicos bohemios de la costa norte y centro.
Años después, entrando al s. XVIII, la zamacueca se tocaba con palmas y haciendo ritmo con los “cajones de la casa” o también con “cajas de embalaje” o reemplazando las botijas primitivas hechas de piel de cabra.
Durante la época que no había cajón sino botijas, se conocían a arpistas que tocaban la zamacueca haciendo como en la bulería repiques de palma y nudillo sobre la mesa de estas arpas o volteando las guitarras. El golpeo de las arpas es muy común en la zona norteña hasta hoy.
Con el paso del tiempo el cajón se fue difundiendo internacionalmente, en parte a su adopción por Paco de Lucía para el flamenco en 1977 tras una gira por Latinoamérica.
Con la adopción del cajón peruano por parte de la comunidad de la música flamenca surgieron, uno tras otro, los percusionistas que encontraron en el nuevo instrumento la quintaesencia de la percusión dentro del flamenco contemporáneo.
Veinticinco años después de que Paco de Lucía lo importara de Perú, el cajón ocupa ya un hueco irreemplazable en el flamenco. Y, poco a poco, se va afianzando una segunda generación de cajoneros en la que destacan nombres como Piraña, Bandolero, Chaboli, Antonio Coronel, Cepillo, Guillermo McGill, etc.

Características del cajón

Se confecciona en cedro o caoba, tiene una altura de 47 cm y una base de 35 cm por 20 cm. El espesor llega hasta 15 mm.
El músico se sienta a horcadas sobre el cajón, quedando este último entre sus rodillas. El cajón moderno tiene tres tornillos que permiten ajustar el tono. El cajón que usan los españoles en la música flamenca, como variación del original peruano, en su interior tiene también tres o cuatro cuerdas para añadir resonancia.
El percusionista puede conseguir sonidos adicionales utilizando sus palmas o las puntas de los dedos para tocar el cajón. Muchas veces se enriquece el tono del cajón añadiendo pequeños objetos metálicos en su interior.

Tipos y usos del cajón

• A) Estilo criollo y tradicional del cajón se da, en:
  1. Tondero, el canto más antiguo de la costa.
  2. Zamacuecas o Cantos de Jarana o Mozamalas o Zangurañas.
  3. Marinera norteña.
  4. Valses criollos clásicos como: “Alma, corazón y vida”, “Ódiame”, “Propiedad Privada”, etc.
• B). Estilo afroperuano:
  1. Festejo,
  2. Inga,
  3. Panalivio,
  4. Zapateo afroperuano.
• C) Estilos mestizos: la mezcla de lo gitano con lo negro y a veces lo andino.

El valse de jarana, la polkita de cajón o el famoso landó (fusión indiscutible del tango primitivo y ritmos angoleños).

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