Entrevistas Clandestinas

Historia de vaivenes en SANTAIRES

Allá por el año 1983, los hermanos Cesar y Mario Angeleri solían encontrarse con Roberto Calvo a tocar la guitarra y tratar de arreglar y/o componer algunas canciones, en su mayoría de características folklóricas. A mediados de ese año, decidieron concretar la formación de un grupo que evidenciaba ciertas influencias de agrupaciones como Los Andariegos, Los Huanca Huá etc., para ello convocaron a un cuarto integrante.
En esa época, se encontraba en Buenos Aires Héctor Barría, un joven guitarrista que había venido desde Río Gallegos con intenciones de continuar sus estudios de música. Por recomendación de terceros, Héctor se contactó con el grupo y así, a mediados de julio del 83, comenzaron los primeros ensayos.
Esa primera formación de SANTAIRES se constituyó entonces de la siguiente manera: Cesar Angeleri: barítono, bajo y guitarra; Mario Angeleri: barítono y guitarrón; Roberto Calvo: primer tenor y guitarra; Héctor Barría: segundo tenor, guitarra, arreglos y dirección.
Esta formación se presentó en numerosos escenarios, caracterizándose por su color que fue instalándose, cada vez más, en el espectro de la música popular con una identidad propia, ya que elaboraban arreglos instrumentales en su permanente búsqueda de nuevos repertorios. Esto los instaló como uno de los grupos emergentes más renombrado en aquél entonces.
Recibieron a lo largo de su trayectoria numerosos premios, el más importante fue el que obtuvieron en el Pre-Cosquín '86. Pero esta trayectoria se vio interrumpida por el fallecimiento en un lamentable accidente de Héctor Barría.
Luego de un paréntesis de algunos meses, Roberto Calvo se hizo cargo de la dirección del grupo y convocó a Jorge Giuliano y a Hugo Sayago, quienes se sumaron de inmediato al quinteto. Esta formación duró aproximadamente ocho meses, tras los cuáles ingresa al grupo Carolina Gauna en lugar de Sayago. Con esta formación, SANTAIRES obtiene en Cosquín el Primer Premio en la categoría Grupo Vocal del Pre Cosquín '87.
A la vuelta del Festival de Cosquín se aleja Carolina Gauna y, en su reemplazo se suma Paola Albano. Luego de algunas presentaciones, quien luego se distancia es Roberto Calvo y reingresa Hugo Sayago.
Luego de unos meses, el grupo se disuelve y entraron en una pausa que duró hasta finales de 1988, momento en el que Roberto Calvo convoca nuevamente a los hermanos Angeleri, a los que se sumaron Román Giúdice y Germán Gómez, con los que forman un nuevo quinteto masculino en el que ya se incluyen el bajo eléctrico y la percusión. Con esta formación se realizaron varias presentaciones en Capital y en distintas provincias, causando una excelente impresión, ya que experimentaron un notable crecimiento con relación, sobre todo, a los quintetos mixtos anteriores.
Ya en 1989, luego de una nueva disolución, quedando sólo Roberto Calvo de la formación anterior, ingresan Guillermo Arce en flauta traversa y saxo tenor y soprano, Pehuén Naranjo en bajo eléctrico y voz, Omar González en flauta traversa y voz, Pedro Barbieri en percusión, guitarra y voz, y, la notable solista Laura Albarracín en voz.
Este sexteto representa un quiebre en la evolución de SANTAIRES, ya que la inclusión de los instrumentos de viento, permite un desarrollo melódico de los arreglos que, hasta entonces, no tenían.



En el año 1991, se produjeron varios cambios de formación, e, incluso varias audiciones, de las cuales surgieron Inés Tula y Juan José Concilio, quienes, junto con Guillermo Arce, Otarola, Roberto Berdún y Calvo formaron el sexteto que realizó innumerables actuaciones en los principales escenarios del país y grabó el primer trabajo discográfico: “SANTAIRES” (del año 1996).

Luego de la partida de Otarola y Arce, se incorporan Jorge Berén y Gustavo Sastre. Este es el sexteto que grabó el segundo CD “CAPULLO DE ESPERANZA” (del año 1997), en el que se incluyen clásicos de la canción popular junto con obras propias y de autores y compositores poco difundidos.
SANTAIRES, ya consolidado como uno de los referentes musicales del folklore de la última década, se viene presentando con éxito y prestigio en los más importantes escenarios del país.
Desde la segunda mitad del año 2000 y hasta el 2002 componían al grupo:

Roberto Berdún: Percusión y Voz.
Jorge Berén: Guitarra, Accesorios y Voz.
Juan José Concilio: Bajo y Voz.
Roberto Calvo: Guitarra, Voz, Arreglos y Dirección.
Laura Maglione: Flautas y Voz.
Gustavo Sastre: Saxo Tenor, Flauta Traversa y Voz.

Este sexteto grabó “DICHO Y HECHO” (año 2000), su tercer trabajo discográfico independiente íntegramente producido por SANTAIRES y en el que mantiene los conceptos estéticos que lo llevaron a marcar un camino en el espectro de la música popular de nuestro país.

La actual formación inició sus ensayos a comienzos de 2005.

Diego Escudero (voz)
Juan Concilio (voz y bajo eléctrico y guitarrón)
Tato Angeleri (voz y guitarra)
Javier Pérez (voz y guitarra
Roberto Calvo (voz, guitarra, arreglos y dirección)
Horacio Felamini (voz y accesorios de percusión)

SANTAIRES propone una identidad sonora en permanente evolución a través del tiempo y que lo ha constituido en una referencia insoslayable para nuevas agrupaciones dentro del panorama musical de la Argentina.
Esta agrupación, a lo largo de su vida artística, se ha caracterizado por cantar un repertorio compuesto por obras clásicas, obras de autores desconocidos y obras desconocidas de autores conocidos, combinando en sus arreglos las posibilidades tímbricas de voces e instrumentos.
Esto se ve reflejado en los 3 trabajos discográficos anteriores.
Esta nueva formación (sexteto vocal e instrumental masculino) trabaja sus arreglos conjugando el espíritu que el autor plasmó con la impronta armónica y rítmica que SANTAIRES siempre propuso en su repertorio. Apelando en esta etapa a un color sonoro ligado a lo percusivo. Utilizando guitarras criollas y guitarrones acústicos, volviendo así a las raíces fundacionales del grupo.


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