Por Estefanía Abamonte
Los pigmeos fueron, al parecer la primera etnia en habitar Gabón, un país ubicado en África Central. Desde hace aproximadamente 9000 años su cultura fue impregnado a la región de innumerables creencias, de historias y de seres mitológicos. Uno de ellos es el “Emela-ntouka” o matador de elefantes.
La tradición oral, lo describe como un ser del tamaño de un elefante, con un único cuerno de marfil de 2 metros de largo. Los relatos también coinciden en que tiene cuatro piernas cortas y una cola similar a la de un cocodrilo. Lo ubican en terrenos pantanosos, lo cual indicaría que es de naturaleza anfibia.
La población pigmea, afirmó en sus relatos que suele cazar y devorar humanos. Cómo indica su nombre, también enfrentaría elefantes destripándolos con su cuerno.
Se trataría de un dinosaurio viviente. Como siempre, se intenta dar una explicación racional a la supuesta existencia de estos seres intrigantes, y en este caso varias investigaciones criptozoológicas, asemejan a “emela –ntouka” con una especie de rinoceronte anfibio.
Sin embargo, este animal enigmático, ha generado terror en los nativos de Gabón, y sigue formando parte de uno de los tantos misterios del continente africano.
Los pigmeos fueron, al parecer la primera etnia en habitar Gabón, un país ubicado en África Central. Desde hace aproximadamente 9000 años su cultura fue impregnado a la región de innumerables creencias, de historias y de seres mitológicos. Uno de ellos es el “Emela-ntouka” o matador de elefantes.
La tradición oral, lo describe como un ser del tamaño de un elefante, con un único cuerno de marfil de 2 metros de largo. Los relatos también coinciden en que tiene cuatro piernas cortas y una cola similar a la de un cocodrilo. Lo ubican en terrenos pantanosos, lo cual indicaría que es de naturaleza anfibia.
La población pigmea, afirmó en sus relatos que suele cazar y devorar humanos. Cómo indica su nombre, también enfrentaría elefantes destripándolos con su cuerno.
Se trataría de un dinosaurio viviente. Como siempre, se intenta dar una explicación racional a la supuesta existencia de estos seres intrigantes, y en este caso varias investigaciones criptozoológicas, asemejan a “emela –ntouka” con una especie de rinoceronte anfibio.
Sin embargo, este animal enigmático, ha generado terror en los nativos de Gabón, y sigue formando parte de uno de los tantos misterios del continente africano.
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