Casos y Cosas (Argentina)

Por Estefanía Abamonte

El kakuy, llamado así en la región quechua, es un ave nocturna que habita también la zona guaraní y el sur de Brasil. Su canto nostálgico se escucha por las noches en estas zonas desde siempre. Fue así como los aborígenes asentados en la región de Santiago del estero, encantados por su música crearon en torno al kakuy una leyenda. Se cree que gracias al paso del tiempo, esta leyenda se ha ido modificando y ahora tiene dos interpretaciones posibles: por un lado da un mensaje de enseñanza sobre la importancia del amor fraternal; por el otro, intentaría mostrar una advertencia por el crimen del incesto, y como castigo a ello la metamorfosis de humano a pájaro.
La leyenda narra la historia de dos hermanos huérfanos que vivían en el monte santiagueño. El varón, que sentía devoción por su hermana le llevaba todos los días alimentos y flores que recolectaba en el monte. La hermana lo trataba cruelmente y despreciaba los buenos gestos que su hermano tenía con ella.
Cansado del maltrato, el muchacho engañó a su hermana invitándola a recoger miel fresca al monte, y la llevó bien lejos de su vivienda, asegurándose de que ella no sabría regresar. Al llegar al quebracho más alto, juntos subieron y lograron llegar hasta la punta de la copa. Sin que la hermana se diera cuenta, el hermano comenzó a descender talando las ramas del árbol para evitar que ella pudiera bajar. Luego se alejó y desapareció, dejando a su hermana allí en lo alto del árbol.
Al darse cuenta que su hermano no estaba, lo empezó a llamar. Al mirar hacia abajo pudo observar que no podría bajar, ya que no había ramas que la sostuvieran. Desesperada comenzó a gritar, y a llorar hasta el anochecer. En la tranquilidad del monte sólo se escuchaba un eco. De repente los pies de la muchacha se fueron transformando en garras, sus brazos en alas y su cuerpo se cubrió de plumas. Así fue como se transformó en un pájaro: el kakuy, quien levantó vuelo y desde entonces se escucha por el monte santiagueño su doloroso canto reclamando a su hermano.

No hay comentarios: