Autor: Camilo Blajaquis
Leído por: Patricia Barone
Hay en mi una lágrima, es por sus lágrimas.
Hay en mí una esperanza, fue su esperanza.
que secuestraron, que torturaron, que mataron
que tiraron al mar.
y que las olas trajeron moribundas pero vivas.
En mi sangre no hay descendencia revolucionaria
pero mi sangre rabalsa de revolución,
mi revolución no quiere sangre, no tiene enemigos,
me hace feliz, me la regalaron las olas.
Sabe Ud, que nunca estuvo tan cerca
de verle el rostro a la utopía.
Eso no me resigna, eso me hace mas guerrero.
Ni peros ni porques, buscar nuevas armas
(pero que no lastimen)
Pueden haber talado el árbol
masacrar sus ramas, triturar sus tronco
dejar agonizando sus hojas,
pueden haber quemado hasta sus raíces,
pero todavía está la tierra
donde puede crecer nuevamente.
¿Sabe cuáles nuestra mejor coincidencia?
Que nuestras manos gatillaron armas
(Ud por un sueño y yo por unas zapatillas)
Pero hoy escriben
El plomo se hizo tinta que siente, que sueña
Hay en mi una lágrima, es por sus lagrimas
Hagamos del lamento nuestra mejor obra de arte.
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