Casos y Letras: Biófilo Panclasta (Vicente Rojas Lizcano)

Por M. Emilia Sganga

Habitarlo todo, recorrer sin instalarse y conocer en el andar. Esta frase podría sintetizar la vida de Biófilo Panclasta o Vicente Rojas Lizcano. Quien ya desde su nombre y su apodo nos inicia en las contradicciones y en el permanente movimiento. Al hablar de Vicente Rojas Lizcano, es necesario abandonar cualquier referencia espacial fija. Si bien nació en Colombia y siempre regresó a su país de origen, su vida transcurre alrededor del mundo, recorrió más de cincuenta países y otras tantas cárceles que lamentablemente conoció dada su actividad política en épocas de profunda conflictividad social. Como sabemos ante un poder siempre existe resistencia. Resistencia que Biófolo Panclasta construyó desde su militancia anarquista.

Nació en Chinácota, en el año 1879, en el seno de una familia humilde. Con esfuerzo llega a cursar sus estudios en la Escuela Normal de Bucaramanga, de la cual es expulsado por crear un periódico manuscrito en el que se declaraba en contra de la reelección del presidente Miguel Antonio Caro, en 1898.

Un año más tarde viaja a Venezuela, y aquí comienza su historia de idas y vueltas por el mundo. En Venezuela funda la primera Escuela Pública en la población de Capacho Nuevo. Es por entonces cuando se alista en el ejército de Cipriano Castro, que tenía como principal objetivo el derrocamiento del presidente Ignacio Andrade. Será por esos años cuando recorra el país venezolano junto a otros grupos revolucionarios y regresará a Colombia como coronel del ejército de Cipriano Castro, donde se asentará en Barranquilla. Será por esos años cuando comienza a utilizar el seudónimo con el que sería reconocido: Biófilo, (amante de la vida) Panclasta (enemigo de todo).

Enemigo de lo instituido y amante de la vida, Biófilo Panclasta visita Argentina en 1906, donde mantiene fuertes relaciones con grupos anarquistas y socialistas, escribiendo en varias de sus publicaciones. En 1908 parte para Europa, recorriendo varios países del continente desarrollando actividades políticas, será desterrado de España y se refugia en Panamá de donde vuelve a ser desterrado y entregado a las autoridades colombianas, allí pasará por las cárceles de Cartagena, Barranquilla y Bogotá. Será en 1910 donde escribirá su primer escrito Alba Roja, publicado en el periódico Nuevo Rumbo. En 1914, una vez cumplida la condena en Colombia, viaja a Panamá. Allí es nuevamente apresado por realizar un discurso en una plaza, lo cual lo lleva a estar nuevamente en cautiverio hasta 1921, desde la cárcel publica su poema Carcelarias.

Dos años después, Biófilo es nombrado delegado de la Asociación Anarquista Mexicana, por lo que viaja a Barcelona y al año siguiente se traslada a San Pablo, donde es nuevamente encarcelado y trasladado a la ciudad de Cayena (capital de Guayana Francesa), de donde se fuga.

Así luego de visitar fugazmente cincuenta y dos países regresa a Colombia, donde funda, en Bogotá, el Centro de Unión y Acción Revolucionaria cuyo lema es: ¡Revolucionarios de todos los ideales, unios!.

Durante aquellos años escribirá Mis prisiones, mis destierros y mi vida (1929) y Siete años enterrado vivo en una de las mazmorras de Gomezuela: Horripilante relato de un resucitado (1932). En 1934, Biófilo Panclasta se une a Julia Ruiz, una militante anarcofeminista que trabajaba en Bogotá. Durante esos años se concentra en escribir para periódicos y conceder entrevistas, así como enviar cartas a varios presidentes de Latinoamérica. En enero de 1939 muere su compañera Julia Ruiz. Un año después, Biófilo intenta suicidarse en Barranquilla.
Se trasladó a su ciudad natal y en diciembre de ese mismo año, la policía de Bucaramanga decreta su expulsión de dicha ciudad, por “vago y alcohólico”. El 1 de marzo de 1943, Biófilo Panclasta muere en un asilo de Ancianos.

En este recorrido queda claro que su rebeldía puede rastrearse desde su más temprana edad, cuando comienza a ser víctima de distintos maltratos que sufría su familia. Su vida estará marcada por los viajes en los que ira multiplicando y haciendo práctica sus ideas anarquistas por América, España y Rusia.

En los largos años que pasa en prisión se dedicará a la escritura de artículos periodísticos, cartas, autobiografías y poemas marcados por fuertes rasgos anarquistas que van desde el individualismo hasta un anarquismo más societario. Lo sobresaliente de sus escritos es el logro de crear inquietud e interrogantes al producir en él contradicciones, movilizando sensaciones que lo terminan de situar a Biófilo Panclasta, y al anarquismo, en un pensamiento para la acción y la transformación.


Soneto - Biófilo Panclasta

En mi férreo y horrible calabozo,
donde nada fulgura una esperanza,
yo mantengo muy alta la confianza
de un porvenir muy libre y muy hermoso.

¿Qué importa que hambreado y haraposo,
hoy sufra de la muerte la asechanza,
si yo veo lucir en lotananza,
el sol de la ventura esplendorosa?

Sin amigos, sin Dios, entre cadenas,
yo desprecio la negra tiranía
y la necia congoja de mis penas.

No imploro compasión, ni desespero,
que de pie bajo el golpe en la porfía:
"Yo he sabido esperar y siempre espero".

1 comentario:

diegoftamayo dijo...

Esta historia es muy importante que todos la conozcan. Gracias por compartir este bello escrito.