El agua del poeta, Luis Alberto Spinetta
Arrancamos la ruta del agua bajo el aura de Luis Alberto Spinetta en la columna “Casos y letras” de Natacha di Persia.
“Como nadie tiene conciencia del control de los manuscritos,
y aun de existir dicha conciencia, ésta no intervendría en mi obra,
sino como referencia simbólica a la licitud de la temática,
propongo que se olvide cada palabra a medida que ella se lea”
L.A.S
En la poesía las palabras pueden cobrar otros colores, comunicar indirectamente otras sensaciones. Ese contenido mágico rompe la norma convencional y hace que los términos pierdan su representación estricta para adquirir otra mas profunda; que se encuentra latente y que espera del poeta para salir a materializarse.
Luís Alberto Spinetta, se zambulló en ese río de connotaciones. Desde el agua nos miró y nos extendió su mano; invitándonos a descubrir nuevas formas de sentir y nombrar el mundo. Nos advirtió que quizás con el tiempo, las estrofas y los versos se resequen y musiten desde entonces un sórdido dibujar de su descreimiento, pero que sin embargo valía la pena mojarse.
Guitarra negra, editado en 1978 en Argentina, es su primer y único libro de poesía. En sus versos se cantan diferentes mundos, proponen una enigmática relación entre la música y la locura, habla de la belleza de la felicidad sin sentido y describe la naturaleza de una manera poética y a la vez política.
No es difícil darse cuenta de su postura crítica sobre el accionar del hombre en su medio natural, pero la particularidad, es su manera de nombrar el cielo, de naufragar en el paisaje. Necesariamente despierta en el lector una conciencia de lo que se tiene y de lo que puede perder.
Disueltos los fieros / En los cobardes, / suenan a ya devorados / Los ecos y las voces de las escuadras de carne. / Por estas márgenes / no hay ya mas río. / Evaporo los trozos
/ de la porfiada línea / que el sol puede o no dibujar /sobre las formas. / Para ello y sólo entonces / acontecen los tallos.
La necesidad de crear una identidad en conjunto con la naturaleza, valorarla y hacerla poesía, es una de las ramas transversales en su obra, no respondía a tiempos ni a modas, estaba firme y convencido, eso lo llevo a construir una postura critica dentro y fuera del papel.
En sus melodías como en su poesía se observa la construcción de un lenguaje que niega la limitación, “la palabra es la cara de la voz y es el sitio intermedio entre el cuerpo y el cielo” que transforma a la libertad en una practica concreta, que hace de la potenciabilidad la parada obligada de cualquier viaje. En cuanto a la necesidad de conocimiento del yo interior, a la búsqueda de una segunda realidad, al arte como herramienta de cambio y la construcción de un lenguaje virgen de contaminación se pueden trazar vínculos muy estrechos con el movimiento surrealista. Pero indudablemente no se queda solo ahí.
¿Cuántos de nosotros buscamos a Artaud para preguntarle qué habían hablado? Cuántos de nosotros sonreímos al leer que “lo grave es que sabemos que tras el orden de este mundo existe otro, pero ignoramos cuál ya que el número y el orden de las suposiciones posibles en este terreno es precisamente el infinito. Cuántos de nosotros la próxima vez que mojemos nuestros pies en el río, pensaremos que la neutrónica ya explotó y que muy pocos pudimos zafar.
Por Natacha di Persia
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