El ser humano es un mediador entre el cielo y la tierra,
como el árbol recibe energia del sol y se arraiga con sus pies raíces en lo
profundo del planeta. Ese fluir incesante, cuando es interrumpido trae
enfermedad. Solo accediendo a los diversos mundos que habitan detrás del mundo
y reparando aquello que está quebrado es posible restablecer la salud, la
plenitud. Hay hombres y mujeres que sanan, que saben como ir y venir de una
orilla a la otra, lidiar con los espíritus malignos y aliarse a los benignos.
Hay hombres y mujeres que representan lo sagrado en sus acciones, en sus
comunidades. Tal como la música, conectando con aquello que es intangible y
sagrado, con aquello que nos hace seres humanos, el chamanismo es un canal
ancestral hacia lo que es, hacia la salud y la plenitud del éxtatica. Tal como
la música que contiene, guia y transforma, el chamanismo está con nosotros para
sanar y guiarnos por esta travesia sonora.
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