Maria del Mar Bonet


Cuando Maria del Mar Bonet dejó Mallorca para irse a vivir a Barcelona, a finales de los 60, dudaba si debía dedicarse profesionalmente a la cerámica o a la canción. Afortunadamente, escogió caracterizarse como una cantautora española de lengua catalana.
En sus comienzos cantó con Els Setze Jutges y fue parte del movimiento de la Nova Cancò. Así, Maria del Mar dejaba claro un rasgo que le acompaña hasta hoy: su independencia. Ha navegado por el rock, el jazz y la balada pero siempre se mantuvo fiel al folklore mallorquín, y por extensión al del mediterráneo.
Pero se vio envuelta en la censura que el régimen franquista español realizó sobre una de sus canciones populares (Què volen aquesta gent?). Este hecho ocasionó que Maria del Mar visitara el extranjero con su música pasando por Suiza, Venezuela, México, Portugal, Polonia, Italia, Alemania, Grecia, Túnez, Holanda, Bélgica, etc.


Ya en la década de los 70, Maria del Mar Bonet regresó a su lugar de origen gracias al inicio de una serie de conciertos en la Plaza del Rei de Barcelona y esto permitió que ella se reencontrara con su público y su poética. Y siguió brindando lo suyo cuando en 1981 grabó su disco Jardí tancat en París con arreglos musicales de Jacques Denjean y el aporte de Alan Stivell. Las letras de este disco estuvieron basadas en distintas obras de poetas mallorquines de principios de siglo.
Y de allí, su viaje musical se detuvo en la música del norte de África con su disco Anells d'aigua donde contó la colaboración de músicos tradicionales de Túnez. Esto la embarcó en una gira por España y Francia. Más híbrida aún, a principios de 1980, Maria del Mar realizó una gira con el músico brasileño Milton Nascimiento quien, con su impronta sudamericana, aportó un ritmo especial a la música mediterránea.
En los años 90, Bonet incursiona en terrenos novedosos para ella cuando estrena una partitura creada por el compositor Rafael Subirachs sobre la obra poética de Joan Vinyoli, Cants d'Abelone.
En esa misma época, junto al compositor y director de cine turco Zulfu Omar Livaneli, internacionalmente conocido por la composición de la banda sonora de la película YOL (Palma de Oro del Festival de Cannes), Maria del Mar Bonet presenta, en la Plaza del Rei de Barcelona y en el marco del Festival de Verano de esta ciudad, su espectáculo Merhaba, sobre adaptaciones de este artista turco.
Luego de presentar un disco con una selección de diferentes temas de distintos países del Mediterráneo y de dar un concierto en el marco de una conferencia internacional organizada por la UNESCO, en 1997 Maria del Mar Bonet celebra 30 años de dedicación a la música. Lo hace a través de un concierto en el Palau Sant Jordi de Barcelona para el cual estuvieron convocados más de 14.000 personas.
En el concierto, concebido como una fiesta y retransmitido en directo por televisión, participaron invitados como Lluís Llach, Joan Manuel Serrat, Nena Venetsanou, Catherine Allard, Fethi Zghonda, Paco Cepero, Martirio y la Coral Universitària de Mallorca.
Luego de varias salidas al extranjero para colaborar con distintos artistas, Maria del Mar Bonet no ha cesado de expandir su música. Ha actuado en Escocia, Lisboa, Estocolmo, Sicilia, Barcelona, etc.
Ya en tierras sudamericanas presenta en Argentina El cor del temps en varios conciertos no sólo en Buenos Aires, sino también en el Río de la Plata y Paraná. Luego siguió su gira por Chile para realizar un homenaje a Allende.
Después de su visita por América del Sur vuelve a Marruecos para participar en innumerables festivales y grabar sus nuevos trabajos. Todo lo cual la llevó a ser galardonada en el año 2007 con la medalla de Honor del Parlamento de Cataluña en reconocimiento por su labor realizada para El Setze Jutges. También en el 2007 edita su disco Terra secreta en el que hace un homenaje a algunos compañeros de la Nova Cancó.

Nova Cancó

La Nova Cançó (Nueva Canción) es el nombre con el cual se conoce al movimiento artístico y musical que, en pleno franquismo, impulsó la reivindicación del uso normal del catalán en el mundo de la canción, a la vez que denunciaba las injusticias de la dictadura franquista.
Se hizo presente en la segunda mitad de la década de 1950, al crearse un grupo formado por consejo de Josep Benet y de Joan Serrahima y Maurici Serrahima e integrado por Jaume Armengol, Lluís Serrahima y Miquel Porter i Moix, los cuales compusieron unas primeras canciones en catalán, hecho que respondía a un clima de reivindicación cultural no sólo universitario, sino también de las diferentes clases sociales catalanas.


El 1959 un escrito de Lluís Serrahima, publicado en la revista Germinabit con el título Ens calen cançons d’ara (Nos hacen falta canciones de ahora) aglutinó a autores y cantantes, y tras un éxito multitudinario en el Centre Comarcal Lleidatà (Lérida), se forma un grupo homogéneo, denominado Els Setze Jutges, iniciado por Remei Margarit y Josep Maria Espinàs, a los cuales se unieron pronto Delfí Abella y Francesc Pi de la Serra y Maria del Mar Bonet.
Pese a las restricciones y las dificultades administrativas en la difusión radiofónica y televisiva y en la producción discográfica, la Nova Cançó reunía cada vez más seguidores y obligó a muchos intérpretes a optar por una auténtica profesionalización, reclamada por la crítica y un público cada vez más exigente.
Se destacaron artistas de personalidades diversas, que contribuyeron con su aporte artístico al desarrollo de la Nova Cançó, como por ejemplo Salvador Escamilla, Guillem d'Efak, Núria Feliu, Maria Dolors Laffitte o nuevos miembros de Els Setze Jutges. Algunos obtuvieran triunfos internacionales como Maria del Mar Bonet. Pero más tarde aparecieron cantantes bilingües y posiciones ideológicas que parecían desvirtuar las ideas iniciales, aunque a imagen de este movimiento, nacieron movimientos paralelos en Galicia, el País Vasco y Castilla.

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