Por Nicolás Falcoff
Desde Cuba, el director del grupo Fernando Dewar y del septeto santiaguero, nos respondió algunas preguntas.
¿Cómo fueron sus primeros pasos en el son?
Mis primeros pasos en el son fueron en la Isla de la juventud, antiguamente llamada, Isla de Pinos; allí fui a estudiar el preuniversitario. Antes que eso, desde los trece años estuve en mi municipio natal (Frank Pais en la provincia de Holguín) involucrado en grupos que interpretaban música internacional de moda en aquellos años.
Al llegar a la isla de la juventud conocí a un músico llamado Anibal Tarafa, actualmente director de una orquesta llamada “Los Panameños”. Anibal tenía en la escuela un septeto y en esos días le faltaba el contrabajo. Yo nunca había tocado ese instrumento pero el y los demás del grupo me animaron y toque en ese septeto durante los tres años de estancia en la isla participando en festivales municipales y nacionales y profundizando así en los conocimientos del son.
Luego estudié en la habana desde el 1984 hasta 1989 e integré el septeto “Son entero” a la vez que estudiaba por la noche en la escuela Ignacio Cervantes en el curso para autores musicales. Al llegar a Santiago de Cuba ya había aprendido algunas cosas elementales del tres y pude integrar un grupo llamado “Expresión”, luego pasé a integrar “Sones de oriente” ya como profesional.
¿Cómo se formó el Septeto Santiaguero?
El grupo se forma como continuidad de “Melodías de ayer”, un conjunto que me llamó para que fuera su director en 1993 pero que ya funcionaba desde 1962. Al jubilarse la mayoría de sus integrantes originales le dimos la orientación de septeto y que mejor nombre que “Santiaguero” en homenaje a todo lo que ha aportado Santiago de Cuba a la música, esto fue oficialmente el 2 de febrero de 1995.
En aquel momento el numero de integrantes era de 8 aunque nos tomamos la licencia de llamarlo septeto con el añadido de las tumbadoras que tocaba Alfredo fuentes quien se jubiló en 1997 y entonces dejamos el formato en 7 músicos.
¿Donde ubicaría el son del septeto santiaguero en relación a la extensa tradición de sextetos y septetos del son cuba?
Al Septeto Santiaguero lo ubico como un grupo que heredó una sonoridad de conjunto sin abandonar la tradición. En la prensa especializada y en algunos festivales además de la comisión nacional de evaluación, dicen que somos el mejor septeto en actividad de cuba.
Yo creo que a diferencia con los demás Septetos el santiaguero no se limita a los esquemas tradicionales del Son y de los demás géneros que se suelen interpretar con este formato. Nosotros hacemos nuestra música más popular e intentamos que siempre el baile sea parte de nuestra proyección en el escenario, que nuestras presentaciones sean una fiesta.
¿Varios de los integrantes del grupo son compositores. Como llevan a cabo el proceso de selección de repertorio inédito?
El proceso de selección de repertorio inédito se realiza de la siguiente manera,
cada uno trae los temas que ha compuesto y lo escuchamos en los ensayos valorando si esta dentro de nuestra línea, de los gustos y preferencias del publico y si juega con el balance lógico de nuestro repertorio, también evaluamos si se equilibra para formar parte de un nuevo disco, hay temas que se proponen una vez y ya son un “gancho” sin lugar a dudas como “Los mangos bajitos” de Inocencio Heredia , tambien recibimos sugerencias de Manuel Domínguez director de la discográfica Nubenegra, quien nos anima siempre a que compongamos nosotros nuestros propios temas.
¿Qué elementos considera que tiene que tener en claro y como prioridades el director de un septeto de son?
El director de un septeto tiene ante todo que saber que tiene una formación que aunque es muy rica desde el punto de vista rítmico y melódico por los instrumentos que lo componen, no es una orquesta grande. Sin embargo, tiene en muchas ocasiones que alternar con ellas o cubrir expectativas de una sonoridad mas amplia, por lo tanto hay que preocuparse por tener ante todo muy buenos cantantes con timbres brillantes y que sean “come candela”, que canten lo mismo un bolero, que un son, que una guaracha. Además se debe tener una percusión fuerte y cohesionada, un bajo que con su tumbao llene y guíe al “bailador” unido al rasgueo de la guitarra y el tumbao del tres. El resto lo aportan los ensayos.
¿Qué diferencias sienten al interpretar su música en cuba (en la casa de la trova por ejemplo) y fuera de su país natal con respecto al modo en el cual el público recibe y siente el son?
Tocar fuera de cuba siempre es una experiencia que reconforta, el publico recibe bien la música aunque la mayoría no tiene mucho conocimiento sobre ella, creo que el hecho de que nuestros ritmos sean muy contagiosos es sobre todo lo que nos hace salir airosos aun en países y ciudades que casi que escuchan un grupo sonero por primera vez.
En “La casa de la trova” aquí en Cuba es diferente ya que hay un publico conocedor que sabe evaluar que es bueno o malo e incluso dar un nivel de jerarquía. De alguna manera el público local es el jurado de la música tradicional cubana.
¿Cómo ubicaría “Los mangos bajitos” en relación a los discos anteriores del septeto?
Los mangos bajitos es un disco que demuestra la madurez del septeto, un disco donde la mayoría de los temas son propios del grupo. Continua predominando el aspecto bailable y por otra parte hemos participado mucho mas en los arreglos y la producción musical.
¿Están trabajando ya en el sucesor de “Los mangos bajitos”? ¿Podría adelantar algo en cuanto a los nuevos temas que están interpretando?
Si, en efecto ya estamos trabajando en lo que será el sexto disco del septeto.
Tenemos algunos temas ya montados y el publico los esta aceptando muy bien, hay uno que se llama “La acupuntura”, también un son dedicado al tres y un tema que hace referencia a como se viven los pregones en estos tiempos.
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