Una imagen (entre tantas otras posibles): es una noche espesa y aparece desde la profunda oscuridad una voz que alienta el balbuceo del cuerpo, tensa el clima y al mismo tiempo da un respiro. Imposible de negar, estos sonidos crean imágenes, pintan el aire de rojo y es complicado negarse a jugar. Desde 3NaMassa, la invitación es hacia la misma tentación. Sin ningún rodeo llegan a las imágenes construidas sobre la sensualidad.
En estas canciones lo femenino y lo masculino ya no encuentran demasiado soporte en los estereotipos. Canciones escritas por hombres que narran situaciones desde lo femenino, para ser interpretadas por mujeres, actrices o cantantes, que despliegan susurros y voces cálidas sobre bases densas.El disco Na Confraria das Sedutoras, es por ahora el único trabajo de la banda. Sus creadores: Pupillo y Dengue (baterista y bajista de Nação Zumbi) y Rica Amabis (de Instituto), han creado este proyecto paralelo, en el que vienen trabajando desde el 2006.
La base de la obra ha sido un cómic erótico del italiano Milo Manara, el desafío era convertir esas imágenes en canciones. Pero 3Namassa redobló el desafío, pues no fueron ellos quienes escribieron las letras sino que delegaron esa tarea, en la construcción de una expresividad distinta. Algunos de los que aportaron en la lírica fueron: Jorge Du Peixe (Nação Zumbi), Rodrigo Amarante, Junio Barreto (Los Hermanos), Fernando Catatau (Cidadão Instigado), Lirinha (Cordel do fogo encantado) Luca Raele (Sujeito a Guincho), Bactéria (Mundo Livre S/A), Felipe S y Marcelo Campelo (Mombojó) y el periodista Alex Antunes.
Logrado este punto, le acoplaron a cada letra una voz femenina. La idea fue que cada actriz-cantante se apropiara de la canción y pueda interpretarla desde su propia experiencia, y así llegar a hacerse cargo de lo que cuenta y llevar a cabo el recorrido interpretativo. Entre ellas se destacan: Leandra Leal, Thalma de Freitas, Sky, Karine Carvalho, Pitty, Spoladore Simone, Nina Becker, Cyz, Alice Braga Geanine, Nina Miranda, Karina Falcão y Lurdes da Luz.
En las voces se ha trabajado sobre todo en aspectos expresivos (entiéndase susurros, suspiros, insinuaciones, etc.), y no tanto en la cuestión técnica, como si cada canción fuese una puesta en escena distinta y a la que hay que estar dispuesto a entrar para poder ser partícipe. Voces que hacen un trabajo minimalista, aterciopelando cada palabra.
El bajo y la bateria aquí llevan el clima, y a ellos se le suman algunos sonidos disrruptivos que evocan imágenes, como algún pianito como cierre de alguna de canción, una guitarra que condensa y extiende el motivo, una voz que susurra en francés, un grito, y detalles, muchos detalles para los que es necesario escuchar una y otra vez cada tema y poco a poco comenzar a desintegrarlos. Trabajando desde sensaciones e imágenes cotidianas, no permite a quien escucha escapar a la tentación y casi obliga a quedarse enredado en esos susurros y climas que logran renovar en sueños, fantasías y deseos nunca consumados. Canción a canción se crea una foto, a la que cada quien le dará vida, 3Namassa propone el punto de partida, el resto depende de la intención de quien escucha.
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