En el año 2001 comienza a gestarse Zulú 9.30, un grupo de ocho músicos que empezaron a circular por los distintos escenarios catalanes. Su propuesta es la participación, el baile y por ende la fiesta.
En estos años transcurridos, Zulu 9.30 ha ido construyendo su trayectoria. Algunos integrantes originales se han ido y otros han llegado. Hoy quienes participan de Zulu son: Oski Jah-Man, Kodi, Blion Zion, Charlie Cuevas, Iñaki Ezcurra, Nando Picó, Jaume Torné, Sergio Contreras, Ala de Sousa y Ed Moreira. Y si aún no he hecho referencia a su música, es porque no encuentro un término que la defina y al mismo tiempo la límite. La mezcla, la experimentación aquí son las protagonistas, y si bien no existe una receta definida, podemos nombrar algunos ingredientes de esta energía que no deja espacio sin invadir, hablamos de reggae, hip hop, samba, salsa, funk, soul, y un larguísimo etcétera. Claro está que al leer lo anterior quedan expuestas las enormes relaciones entre los géneros y formas que eligen en sus composiciones.
En el año 2005, lanzaron su álbum debut “Conecta o Revienta” donde el título es una hermosa compresión de lo que allí se puede escuchar… aunque conectarse no impide el estallido energético que proponen. Difícilmente uno pueda salir ileso luego de poner play, difícilmente los pies no se muevan, la cabeza no acompañe y las caderas no circulen. Un disco con muchísima energía, muchísima.
Su segundo y último disco “Huellas” encontró su camino en el 2008. Ahora si, el camino está más que claro. Si “Conecta y Revienta” es energía pura, en “Huellas” comienza el encauce de esa explosión, comienzan los detalles, los matices, y continúa la experimentación y el llamado al baile.
En este último disco participa Amparo Sánchez en la canción “Tú te vas”, donde una historia de separación gana la narrativa y el ritmo genera el clima. También dejan sus huellas, sus marcas en este último trabajo: Sergio Ramos y Max Wright de Ojos de Brujo, Josep Mas "Kitflus", Paul de Swardt (Macaco) y Josué "el Ciclón" García (Muchachito Bombo Infierno).
Trabajar sobre ritmos tradicionales, experimentarlos y resignificarlos, supone una tarea muy intensa, y ellos lo logran. Mantienen viva una llama y no dejan que se apague, alimentándola con letras que nos reponen el hoy. Nos cuentan una historia, y al mismo tiempo nos interpelan, nos llaman a que armemos nuestra historia. Desde los discursivo, insisten:
“Si de joven te enseñaron que los árboles y las flores no pueden caminar
ya de mayor la vida te enseña que robles como vosotros,
flores como vosotras, sí pueden andar, saltar, bailar;
porque en el fondo esconden voces, vidas, soles, lunas,
huellas que te muestran un camino hecho y otro por hacer…”
ya de mayor la vida te enseña que robles como vosotros,
flores como vosotras, sí pueden andar, saltar, bailar;
porque en el fondo esconden voces, vidas, soles, lunas,
huellas que te muestran un camino hecho y otro por hacer…”
Lo anterior pertenece a “La clave”, un reggae que difícilmente escape a la reflexión de quien escucha y de quien baila junto al calor de sus ritmos.
Y poco a poco van plasmando, sea en sus letras como en sus construcciones rítmicas, el paseo por un camino que hacen y deshacen a gusto. En el que van dejando sus huellas, en el que invitan a dejarlas y a hacerlas cuerpo. Y porque no, podemos pensar aquí en una relación, un puente directo con más de una de las canciones de Amparo Sánchez, donde el camino se construye desde estas huellas, mientras uno sigue caminando.
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