CASOS Y COSAS (País Vasco)

Amboto, la morada de Mari
Por Estefania Abamonte

Uno de los montes más importantes del País Vasco es “Amboto”, no sólo en el ámbito de la geografía sino que también conlleva una gran importancia cultural. Según los mitos vascos, este monte de Vizcaya ha sido la morada principal de “Mari”, La Dama de Amboto, la divinidad que habita en todas las cumbres de las montañas del país.
Mari es la personificación de la madre tierra, es reina de la naturaleza y de todos sus elementos. Domina las fuerzas del clima y también las del interior de la tierra, ella es quien provee el agua de los manantiales y los bienes de la tierra. Es la encargada de castigar malas conductas, tales como la mentira, el robo y el orgullo.
Algunos habitantes de la región de Amboto, dicen que se la suele ver los días de buen tiempo en la boca de una cueva muy cerca de la cumbre. La diosa sale a peinar su pelo rubio al sol con un peine de oro. Varias noches se la ve pasar como una gran bola de fuego sobre el cielo, hacia otros lugares del País Vasco donde posee otros refugios. Dependiendo de donde se encuentre, habrá buen o mal tiempo.
Existen varias leyendas a cerca del origen de Mari, la diosa vasca. Una de ellas, y la más aceptada por sus devotos, dice que en algún momento hubo una familia sin descendencia, la mujer deseaba como fuese concebir un hijo, y así fue como hizo un pacto con el diablo: él le daría una hija pero cuando cumpliera veinte años se la llevaría. Finalmente concibió una hermosa niña. Días antes de que la muchacha cumpliera los veinte años, su madre la encerró en una caja de cristal y la vigiló día y noche. El esfuerzo fue en vano, ya que el mismo día de su cumpleaños el diablo rompió la caja y se la llevó consigo a la cima del monte Amboto, donde habita desde entonces.
Sin duda los montes vascos están envueltos de magia y mitos, que seguirán vivos gracias a la persistencia de la cultura euskera.

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