Por Mario Efrón
El candombe es una de las tantas herencias musicales que nos dejaron los esclavos negros que llegaron desde África en la época de la colonia. Si bien podemos escucharlo en Brasil, Argentina y Uruguay, es en este último donde cobró mayor importancia y en donde actualmente más se lo puede escuchar.
En épocas de carnaval, en las calles del barrio sur de Montevideo, donde se encuentra la mayor cantidad de afro descendientes, se realiza el tradicional desfile de llamadas. Las comparsas de negros y lubolos son las encargadas de musicalizar el evento tocando candombe con sus tradicionales tambores.
En épocas de carnaval, en las calles del barrio sur de Montevideo, donde se encuentra la mayor cantidad de afro descendientes, se realiza el tradicional desfile de llamadas. Las comparsas de negros y lubolos son las encargadas de musicalizar el evento tocando candombe con sus tradicionales tambores.
El tambor de candombe consiste en un cuerpo cilíndrico con forma de barril construido a partir de duelas de madera. Para poder darle la forma, el constructor sumerge las duelas en agua caliente durante un tiempo para darles flexibilidad. Luego se las coloca sobre un molde que les confiere la curvatura necesaria. Se pegan entre sí para construir el cuerpo cilíndrico al cual se lo rodea con una serie de aros de metal para darle más firmeza. Se trata de un instrumento unimembranófono, lo cual quiere decir que lleva parche sólo en uno de sus extremos. Este parche, llamado tradicionalmente lonja, suele ser de cuero de caballo. Antiguamente este cuero se sujetaba clavándolo al cuerpo del tambor. Hoy en día es más común verlo colocado con un sistema de aros metálicos que permiten una afinación más precisa. Para tocarlo, el músico se cuelga el tambor al hombro y lo percute con la mano y una baqueta de madera.
Existen tres tipos de tambores de candombe: chico, repique y piano. Los tres son fundamentales para conformar lo que se llama la cuerda de candombe. Cada uno tiene una sonoridad bien definida y una rítmica particular que debe ser respetada para así lograr el ritmo de candombe. Hablamos de una construcción musical colectiva donde cada instrumento aporta una pequeña parte que, sumada a la de los demás, resulta en una música con una rítmica rica y compleja.
El tambor chico es el más pequeño de los tres, por lo tanto su sonoridad es más aguda. Su toque suena de esta manera:
El Repique es un poco más grande que el anterior. Si bien también tiene una base rítmica constante, suele usarse para hacer improvisaciones.
El piano es el más grande y por lo tanto el de sonoridad más grave. El ejemplo de abajo muestra el toque básico de tambor piano el cual puede cambiar según la agrupación que lo toque, esto le da a cada comparsa un sello distintivo.
Esto fue un breve acercamiento a este instrumento que en realidad son tres. Instrumento concebido para tocar acompañado, para tocar en comunidad, que heredamos de una cultura que concibe la música como un hecho de construcción colectiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario