Casos y Letras: Bernard Dadié

Por M. Emilia Sganga

Acercarnos a la poesía, a la letra escrita como una especie de escudo, de defensa que contiene y reconstruye identidades en cada una de sus palabras.
Desde esta perspectiva podemos hablar de Bernard Dadié, uno de los más populares escritores de Costa de Marfil en lengua francesa. Se ha dedicado a la poesía, al teatro, a la novela y las crónicas, abarcando desde cada una de estas aristas un abordaje de la negritud como formación identitaria y lucha política.

Bernard Dadié nació en 1916 en Assinie, al sur de Costa de Marfil, y pasó gran parte de su juventud en Dakar, donde comenzó sus primeros estudios y donde comenzó a escribir historias que tenían que ver con su comunidad de origen.
Regresa a Costa de Marfil en 1947 y allí encabeza agrupaciones anti-colonialistas. Comienza a colaborador con la revista Presencia Africana, luego publica un libro de poemas combativos titulado África Permanente (1950). Y para 1955 edita un volumen de cuentos que lleva por título El cinturón negro.
Poco antes de la independencia de Costa de Marfil en 1960, estuvo detenido durante dieciséis meses en Grand Bassam, por participar en manifestaciones que se oponían al gobierno colonial francés y por hacer explícita su postura política en sus obras poéticas y notas periodísticas. Experiencia que quedó plasmada en su novela Carnet de prison 1949-1950, escrita en 1984.
Luego de la independencia de Costa de Marfil, pasó por varios cargos ministeriales, incluido el Ministro de Cultura en el cual se desarrolló durante 1977 y 1986.
Su creación poética continúa y publica Hombres de todos los continentes en 1967, donde se mantienen presentes las palabras sobre la libertad del pueblo africano, denunciando todo tipo de dependecias extranjeras.
Sus viajes por diversas partes del mundo, le abrieron las puertas para reafirmar su compromiso político en cada región que visitaba. En su escritura se mantiene la afirmación y reconstrucción de la identidad africana y la negación rotunda de una asimilación pacífica de la cultura occidental, que no duda en denunciar como continuos intentos de dominación.
Bernard Blin Dadié, hoy tiene 94 años y se ha mantenido siempre firme en su compromiso literario y político y en contra de toda forma de neo-imperialismo, siempre sensible a una temática central: “Asegurar la liberación total del hombre negro y la lucha contra toda forma de colonialismo político o económico”.
Desde este escritor, la poesía y la identidad se confunden en forma defensiva, en una especie de escudo protector que recuerda letra a letra su visión de la historia y la de su pueblo.



TE AGRADEZCO SEÑOR – Bernard Dadié

Te agradezco, Señor, que me hayas creado Negro,
que hayas hecho de mí
la suma de todos los dolores,
y puesto sobre mi cabeza, el Mundo.
Visto la librea del Centauro
y llevo el Mundo desde la primera aurora.
El blanco es un color de circunstancias,
el negro, el color de todos los días,
y llevo el Mundo desde el primer crepúsculo.

Estoy contento
con la forma de mi cabeza
hecha para llevar el Mundo,
Satisfecho
de la forma de mi nariz
que debe aspirar todo el viento del Mundo,
Feliz
Con la forma de mis piernas
proveas a correr todas las etapas del Mundo.

Te agradezco, Señor, que me hayas creado Negro,
que hayas hecho de mí, la suma de todos los dolores.
Treinta y seis espadas han traspasado mi corazón.
Treinta y seis braseros han quemado mi cuerpo.
Y mi sangre sobre todos los calvarios ha enrojecido la nieve.
Y mi sangre en todos los nacientes ha enrojecido el horizonte.

Pero lo mismo estoy
Contento con llevar el Mundo,
Contento con mis brazos cortos,
con mis brazos largos
con el espesor de mis labios.

Te agradezco, Señor, que me hayas creado Negro,
blanco es un color de circunstancias,
el negro, el color de todos los días,
y yo llevo el Mundo desde el alba de los tiempos.
Y mi risa sobre el Mundo, en la noche, crea el Día.
Te agradezco, Señor, que me hayas creado Negro.

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