Por Hernán Navarro
Nuca hay un solo plato en la mesa: los colores y los sabores variados en su gastronomía celebran y testifican la pluriculturalidad de Malasia.
La principal influencia que absorbieron los malayos es la cantonesa; aunque con sabores más intensos, similares a los otros países de la región: Vietnam, Tailandia, Singapur e Indonesia. Los ingleses, quienes dominaron el país durante una buena parte del siglo XVIII y XIX dejaron sus huellas, como por ejemplo el consumo de la cerveza. Además, introdujeron en Malasia mano de obra esclava proveniente de China e India para explotar el negocio del caucho y el estaño, lo que ocasionó una interesante mixtura gastronómica y cultural.
A los hijos de aquellos trabajadores chinos que habitan estas tierras se los denomina “nyonya baba peranakan”, que significa algo así como “mujeres y hombres descendientes”. Nyonya además, es el nombre que se le otorga a la comida que mezcla ambas culturas. A su vez, en el siglo XV, había inmigrado desde el gigante asiático una extensa población china a la que hoy se le debe, en gran parte, la cultura malaya: en aquel tiempo, el reino de Malaca fue el puerto más importante de Oriente Este y uno de los más transitados.
El arroz es el principal alimento, de propia producción, de grano largo similar al basmati japonés, y con el cual además se elabora la pasta como el Mee Hoon o el Kuay Teow, ingredientes fundamentales para la dieta sudasiática en general. Si bien los fideos pueden ser de los finos y largos como los que se consumen mayormente en China, los malayos los utilizan en casi todas las comidas en forma de cinta. Éstos se consumen por lo general en sopas, pero además en salteados con verduras y hasta fritos. Los Tang Hoon son espaguetis traslúcidos que se fabrican con el grano de soja.
La variedad de currys es en Malasia tan importante como la de India y Tailandia. Para prepararlos suele utilizarse el curry amarillo tradicional a base de cúrcuma pero, a su vez, cuentan con ingredientes de los más diversos: chile, leche de coco, tamarindo, belacan (pasta picante de camarones), carne de cerdo y cebolla. No obstante el más popular es el Rendang, que proviene de la cultura de Minangkabau en Indonesia.
Las especias son otros productos que convierten a este país en un indiscutible hermano de sus vecinos. Se utilizan en gran cantidad clavo de olor, comino, canela, nuez moscada, pimienta y semillas de hinojo, entre otras. De las hierbas se emplean el cilantro y las hojas de pandan, lima y laska.
Los tipos de cocción varían, pero uno de los más populares y callejeros es el asado. Pueden asarse pescados y mariscos tanto como carnes de cerdo y pollo. El Satay por ejemplo es similar a lo que se conoce como pincho en España o Brochette en Francia o Argentina. Pueden estar elaborados con distintas carnes y marinados con especias, asam o jugo de tamarindo, o leche de coco. Los pinches por lo general son rescatados del bambú o de las espinas del coco.
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