Casos y Letras: Wang Wei

Por M. Emilia Sganga


Nombrar la naturaleza, pero alejados de la visión del hombre como centro y el resto como contexto. Nombrar la naturaleza no como lo que nos rodea, sino como lo que nos compone y desde lo que somos. Nombrar es crear, al hombre con la naturaleza.


Y desde este movimiento nos trasladamos al siglo VIII y a China, para encontrarnos con la obra y con el hombre: Wang Wei.

Fue poeta, pintor y calígrafo y se convirtió con el correr del tiempo en uno de los grandes maestros poetas del período de la dinastía Tang. Poeta que creaba no solo desde el sentido de los caracteres sino también desde la grafía de los mismos, lo que le permitía realizar juegos de forma y fondo en sus creaciones, transmitiendo sensaciones en cada una de sus composiciones, mezclando plástica y poesía. Y es en ellas donde la naturaleza y el hombre aparecen como Uno, como un mismo componente sin necesidad ni razón de ser separados. Sus poesías nos cuentan y describen momentos únicos de la experiencia del autor, desde esa espontaneidad propia experimenta diversos estados y sensaciones que van siendo construidas en cada frase, en cada pintura.

Se percibe en ellos el fluir del paisaje en movimiento y de imágenes, retomando la contemplación silenciosa en la tradición del taoísmo y del budismo Chan. Wang Wei era budista Chan y buscaba en lo cotidiano el tema de su poesía. Sus poemas muestran momentos, instantes fugaces, trasformaciones de la (y con la) naturaleza de una gran sutileza.

Wang Wei nació en el año 700 y falleció a los 61 años, se graduó como Chin-shih a los 19 años. Fue entonces cuando el Emperador Hsüan-tsung lo nombró secretario de Estado siendo parte de los artistas y eruditos de la Corte. Adquirió una finca que le sirvió de retiro en el distrito de Lantian, por ella corría el Río Wang (hoy llamado Llanta) y fue allí donde creó Los poemas de Río Wang. Se trataba de veinte poesías que compuso desde el paisaje que lo forma a él mismo y donde comparte sus escritos con su amigo y poeta Pei Di. Composiciones que bajo un mismo título cada uno de ellos va escribiendo según sus propias sensaciones, como una especie de diálogo entre poetas y desde las poesías.

Wang Wei juega con él mismo, con sus paisajes, con sus dibujos y técnicas con tinta, recreando sus propios horizontes y construyendo con ellos sus propias experiencias y percepciones.



Poema – Wang Wei

Últimamente comprendí el significado de la tranquilidad,
día tras día me mantuve apartado de la multitud.
Limpié mi cabaña y la preparé para la visita de un monje,
que llegó a visitarme desde las montañas lejanas.
Vino bajando desde los picos ocultos por las nubes,
para verme en mi casa de techo de paja.
Sentados en el pasto compartimos la resina del pino,
quemando incienso leímos los sutras del Tao.
Al terminar el día encendimos nuestra lámpara,
las campanas del templo anuncian el
comienzo de la noche.
Repentinamente advertí que la
tranquilidad es realmente Felicidad,
y sentí que mi vida tiene abundante ocio.
Montes de Chungnan – Wang Wei

Cordillera de Chungnan: desde la capital,
cerro tras cerro, hasta el borde del mar.
Las nubes: si me vuelvo, contra mí se cierran;
la niebla turquesa: si entro en ella, se disipa.
En el pico central cambian las direcciones:
Diferente la luz, diferente la sombra en cada valle.
Por no pasar la noche al raso, llamo a un leñador:
Salta mi grito a través del torrente.

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