Por Hernán Navarro
Quizás la gastronomía sudafricana cuente con una variedad más amplia de recetas que el resto de África, debido a que hoy representa a una de las economías más importantes del planeta y su estructura en transportes e industrias es mucho más substancial. No obstante, la diferencia entre ricos y pobres es realmente notable -Apartheid mediante- y se hace notar, entre otras cosas, en la cocina.
Entre las influencias a considerar se encuentran la británica, país colonizador hasta no hace mucho; la asiática, que tuvo un gran predominio debido al comercio de esclavos y la autóctona, por supuesto. Los holandeses, a su vez, realizaron sus buenos aportes.
El bobotie (carne molida y bien condimentada), por ejemplo, en el cual se vislumbra un origen árabe debido al parecido con el kebab, puede ser considerado el plato sudafricano más popular. Aunque las llamadas boerewors, que en afrikáans significa salchicha de granjero, también suelen estar en casi todas las mesas del país de Mandela.
Las poetoepaps son una pasta elaborada con maíz y carne que suelen acompañar las sopas o bien pueden comerse acompañadas con alguna salsa picante. Tanto como la cocina a las brasas es de la más habitual, el guisado no queda lejos en jerarquía a la hora de hablar de Sudáfrica, y tiene su plato representativo: el potjiekos o pequeña cacerola de comida, de origen holandés, que lleva este nombre debido al recipiente donde se cocina: potjie, similar a una cacerola de hierro. El pollo a la peri-peri, representa a muchos países africanos colonizados por los portugueses, aunque en Sudáfrica suele cocinarse con frecuencia.
Pero la geografía manda y en las costas índicas y atlánticas se hacen presentes otros tipos de comidas y productos. Los mariscos, de precios moderados, son habituales en las costas sureñas, así como también los pescados, entre los que se destacan el kabeljou, que suele promediar los 15 kilos y la anguila brosmio, conocida en Sudáfrica como kingklip.
Entre las bebidas se destaca la cerveza y existe una de origen africano de destilación casera, a base de maíz y malta, que se denomina umqombothi, de baja graduación, amarga y de bajo costo.
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