Los boshongo son una tribu de Zaire actual República Democrática del Congo. En su cosmogonía está presente la idea de la oscuridad preexistente y el agua original. En su mito original es la voluntad de un dios, Bumba, la que permite la aparición del mundo. De él, el creador, el «Primer Antepasado», proceden todas las cosas y todos los seres.
Según el relato de los boshongo, al principio del tiempo, sólo había oscuridad y Bumba estaba sólo. Un día Bumba se sentía muy mal por su terrible dolor de estómago. Sintió nauseas y al realizar un esfuerzo vomitó al sol; y así la luz se difundió por todas partes. El calor del sol hizo que parte de las aguas primitivas se secasen, de manera que en algunas zonas empezó a aparecer tierra seca. Después Bumba vomitó la luna y las estrellas, de forma que la noche tuvo también su luz.
Nuevamente Bumba se sintió mal y realizó otro esfuerzo, tras lo cual aparecieron nueve criaturas vivas: el leopardo, el águila, el cocodrilo, un pez, la tortuga, el rayo (llamado Tsetse), la garza blanca, un escarabajo y un cabrito. Por último apareció el ser humano; había muchos hombres, pero sólo uno era blanco como Bumba: Loko Yima. Esas criaturas crearon a su vez nuevas criaturas.
Entonces, los tres hijos de Bumba (Nyonye Ngana, Chongannda y Chedi Bumba) dijeron a su padre que ellos terminarían de hacer el mundo. De todas las criaturas solamente, el rayo, creaba problemas. Tanto mal hizo que Bumba lo atrapó y lo encerró en el cielo. La humanidad se quedó entonces sin fuego, hasta que Bumba enseño al hombre cómo crear fuego de la madera de los árboles.
Cuando finalmente la obra de la creación estuvo acabada, Bumba se paseó entre los pueblos predicando la palabra a los hombres diciendo que todas esas maravillas que él había creado les pertenecían a nosotros, los mortales.
Según el relato de los boshongo, al principio del tiempo, sólo había oscuridad y Bumba estaba sólo. Un día Bumba se sentía muy mal por su terrible dolor de estómago. Sintió nauseas y al realizar un esfuerzo vomitó al sol; y así la luz se difundió por todas partes. El calor del sol hizo que parte de las aguas primitivas se secasen, de manera que en algunas zonas empezó a aparecer tierra seca. Después Bumba vomitó la luna y las estrellas, de forma que la noche tuvo también su luz.
Nuevamente Bumba se sintió mal y realizó otro esfuerzo, tras lo cual aparecieron nueve criaturas vivas: el leopardo, el águila, el cocodrilo, un pez, la tortuga, el rayo (llamado Tsetse), la garza blanca, un escarabajo y un cabrito. Por último apareció el ser humano; había muchos hombres, pero sólo uno era blanco como Bumba: Loko Yima. Esas criaturas crearon a su vez nuevas criaturas.
Entonces, los tres hijos de Bumba (Nyonye Ngana, Chongannda y Chedi Bumba) dijeron a su padre que ellos terminarían de hacer el mundo. De todas las criaturas solamente, el rayo, creaba problemas. Tanto mal hizo que Bumba lo atrapó y lo encerró en el cielo. La humanidad se quedó entonces sin fuego, hasta que Bumba enseño al hombre cómo crear fuego de la madera de los árboles.
Cuando finalmente la obra de la creación estuvo acabada, Bumba se paseó entre los pueblos predicando la palabra a los hombres diciendo que todas esas maravillas que él había creado les pertenecían a nosotros, los mortales.
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