Por Mario Efrón
La Gaita colombiana es un instrumento precolombino perteneciste a la etnia Kogi que habita la Sierra Nevada de Santa Marta. Por supuesto, gaita, no es su nombre original; según cuentan algunos historiadores, los conquistadores españoles al oír el sonido del instrumento entre las montañas creyeron estar escuchando una gaita, por lo que más tarde bautizaron al Kuisi con el nombre con que se conoce hoy en día.
Este aerófono, pertenece a la familia de las flautas y está formado por un cuerpo de madera de cardón al que se le hacen los agujeros de digitación. La embocadura de la Gaita o Kuisi es muy particular, el canal de insuflación y el bisel están modelados sobre una pieza de cera de abeja mezclada con carbón vegetal, sobre esta se incrusta el canuto de una pluma de pato, que es por donde sopla el músico y cumple la función de dirigir la columna de aire hacia el bisel.
Existen dos tipos de Gaita, la Gaita hembra o Kuisi Buisi de cinco agujeros y la Gaita macho o Kuisi Sigi de dos agujeros. Cada una tiene su función específica. La gaita hembra es la que “canta” la melodía. Solo se usan los primeros cuatro de sus orificios, el último nunca se tapa.
En otras columnas hemos hablado del tema de los armónicos, de cómo podemos obtener distintos sonidos en una flauta solamente cambiando la presión del aire que le insuflamos. En el Kuisi Buisi contamos solo con cuatro agujeros para tocar, pero podemos obtener una escala completa gracias a los armónicos que encontramos dándole a la columna de aire una mayor o menor presión.
La gaita macho cumple la función de acompañante, armonizando la melodía principal con segundas voces y haciendo ostinatos. Las melodías en esta gaita también se tocan con armónicos. Como tiene solo dos agujeros el músico puede tocarla con una sola mano, la mano libre la usa para tocar una maraca de gran tamaño hecha de calabaza.
Al conjunto de gaiteros se suman a parte de la maraca, algunos tambores entre los que se destaca el Alegre, un tambor cilíndrico fabricado con un tronco ahuecado y con un parche de cuero en uno de sus lados. Sin duda este instrumento tiene una fuerte influencia africana que se puede observar en la forma de sujeción del parche, entre otros detalles de construcción. La mezcla de estos instrumentos de origen africano con las gaitas autóctonas genera resultados muy interesantes.
Es difícil saber como serian las melodías de gaita antes de que se produjeran estos intercambios pero en todo caso, es un placer para nosotros hoy en día disfrutar de esta mezcla de timbres y ritmos que le dan ese toque tan especial a la música de nuestro continente.
A continuación escucharemos el tema “La Maestranza” interpretado por el grupo que es referente de la gaita colombiana en todo el mundo, Los Gaiteros de San Jacinto.
La Gaita colombiana es un instrumento precolombino perteneciste a la etnia Kogi que habita la Sierra Nevada de Santa Marta. Por supuesto, gaita, no es su nombre original; según cuentan algunos historiadores, los conquistadores españoles al oír el sonido del instrumento entre las montañas creyeron estar escuchando una gaita, por lo que más tarde bautizaron al Kuisi con el nombre con que se conoce hoy en día.Este aerófono, pertenece a la familia de las flautas y está formado por un cuerpo de madera de cardón al que se le hacen los agujeros de digitación. La embocadura de la Gaita o Kuisi es muy particular, el canal de insuflación y el bisel están modelados sobre una pieza de cera de abeja mezclada con carbón vegetal, sobre esta se incrusta el canuto de una pluma de pato, que es por donde sopla el músico y cumple la función de dirigir la columna de aire hacia el bisel.
Existen dos tipos de Gaita, la Gaita hembra o Kuisi Buisi de cinco agujeros y la Gaita macho o Kuisi Sigi de dos agujeros. Cada una tiene su función específica. La gaita hembra es la que “canta” la melodía. Solo se usan los primeros cuatro de sus orificios, el último nunca se tapa.
En otras columnas hemos hablado del tema de los armónicos, de cómo podemos obtener distintos sonidos en una flauta solamente cambiando la presión del aire que le insuflamos. En el Kuisi Buisi contamos solo con cuatro agujeros para tocar, pero podemos obtener una escala completa gracias a los armónicos que encontramos dándole a la columna de aire una mayor o menor presión.
La gaita macho cumple la función de acompañante, armonizando la melodía principal con segundas voces y haciendo ostinatos. Las melodías en esta gaita también se tocan con armónicos. Como tiene solo dos agujeros el músico puede tocarla con una sola mano, la mano libre la usa para tocar una maraca de gran tamaño hecha de calabaza.
Al conjunto de gaiteros se suman a parte de la maraca, algunos tambores entre los que se destaca el Alegre, un tambor cilíndrico fabricado con un tronco ahuecado y con un parche de cuero en uno de sus lados. Sin duda este instrumento tiene una fuerte influencia africana que se puede observar en la forma de sujeción del parche, entre otros detalles de construcción. La mezcla de estos instrumentos de origen africano con las gaitas autóctonas genera resultados muy interesantes.
Es difícil saber como serian las melodías de gaita antes de que se produjeran estos intercambios pero en todo caso, es un placer para nosotros hoy en día disfrutar de esta mezcla de timbres y ritmos que le dan ese toque tan especial a la música de nuestro continente.
A continuación escucharemos el tema “La Maestranza” interpretado por el grupo que es referente de la gaita colombiana en todo el mundo, Los Gaiteros de San Jacinto.
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