Por Mario Efrón
El arpa es un cordófono de cuerda pulsada. En este instrumento las cuerdas no corren en forma paralela a un mástil, como en una guitarra, sino que se encuentran tensadas en un marco, generalmente de forma triangular, en el que también se encuentra la caja de resonancia.
Es muy difícil hacer un recorrido por la historia del arpa. Se trata de un instrumento del cual se han encontrado registros que datan del año 3000 antes de Cristo. Lo cierto es, que con algunas transformaciones, aún se mantiene muy vigente.
De todas las variantes de arpa que podemos encontrar, probablemente el arpa irlandesa sea la que sufrió menos modificaciones. En la historia de Irlanda, el arpista irlandés ocupó un lugar muy importante. Incluso se presume que algunos reyes irlandeses la tocaron. En un museo de Dublín se encuentra la famosa arpa del rey Brian Boru que, si bien está en discusión, se cree que no sólo le pertenecía, sino que la tocaba. Es tal la importancia del arpa en el país que incluso el escudo de Irlanda luce un arpa dorada. A diferencia de otras, el mástil o pilar del arpa irlandesa es curvo y en comparación es un instrumento pequeño, que puede tener hasta un metro de altura. Para tocarla, el músico suele estar sentado con la caja de resonancia apoyada entre los muslos. Las cuerdas, que antiguamente eran de tripa, se pulsan con ambas manos.
En cuanto a la construcción, los ejemplares más antiguos se construían en una sola pieza de madera tallada. Actualmente se utilizan distintas maderas para cada parte, las cuales deben estar muy bien ensambladas para poder soportar la enorme fuerza producida por la tensión de las cuerdas. Este tipo de arpa es diatónica, para su afinación cuenta con una serie de clavijas que permiten modificar la tensión de las cuerdas. Si bien la música para la que se la utiliza es modal, algunos modelos cuentan con un sistema que permite generar cromatismos. Igualmente el arpa cromática con pedales, que hoy en día forma parte de la orquesta de música académica, no surgió hasta fines del siglo XVII.
Realmente pretender recorrer la historia del arpa es un trabajo muy difícil pero, gracias a la fuerte tradición Irlandesa, tenemos la posibilidad de viajar en el tiempo y encontrarnos hoy en día con los sonidos que se escuchaban en esas tierras hace más de 1000 años.
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